Se dan cuenta que está vivo al oir sus ronquidos cuando iban a practicarle la autopsia

 

Como cada mañana, este domingo los funcionarios del Centro Penitenciario de Villabona hicieron su recuento habitual de presos. Al recluso G.M.J. lo encontraron sentado en una silla "en estado inconsciente y sin muestras aparentes de violencia". El servicio médico fue incapaz de tomarle el pulso y poco después se decretaba su fallecimiento. En total, fueron tres facultativos los que firmaron su muerte.

autopsia preso
photo_camera autopsia preso

Se ordenó el levantamiento del cadáver y su traslado al Instituto de Medicina Legal de Oviedo para practicar la autopsia. Allí es donde los profesionales se dieron cuenta de que se escuchaban ruidos que provenían desde el interior de la bolsa donde estaba el cuerpo. Concretamente eran los ronquidos de G.M.J., que estaba vivo mientras su familia ya estaba de camino al depósito de cadáveres. 

Entrando en la página solicitada Saltar publicidad