Aún no ha pasado ni una semana. Y de ahí que en los últimos días, además de los avances de la investigación en relación a la célula yihadista de Ripoll que atentó en Cambrils y Barcelona, también se hayan ido conociendo varias iniciativas ciudadanas que invitan a creer en la esperanza. Entre ellas, el gesto de un hombre que el pasado 20 de agosto se ubicó en la calle principal de las Ramblas con un cartel colgado de su cuello, y con un mensaje claro: "Soy musulmán, no soy terrorista, reparto abrazos de amor y paz".
Muchos de los viandantes se detuvieron para contemplar la escena y decenas de ellos aceptaron ese abrazo que fue fotografiado y grabado por varios transeúntes que asistieron a este emotivo momento. Puedes verlo aquí:
