Opinión

Abucheo

Dice una ministra que el abucheo al presidente es una falta de respeto. Bien, tiene razón. Abuchear a un presidente nacional es sin duda una falta de respeto, tal y como pasó el día 12 de octubre en la celebración del desfile de las fuerzas armadas en Madrid. Porque ese día, el actual presidente nacional fue abucheado a su llegada y a su salida del desfile.

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Pero, ¿cómo puede suceder esto de que un presidente, aunque no haya sido elegido en las urnas, sea insultado en público por un número indeterminado de personas?. Pues creo que la razón es muy fácil de comprender. Hay un dicho español que dice que cuando los responsables políticos pierden la vergüenza, el pueblo les pierde el respeto. ¿Pero esto es verdaderamente lo que está pasando? ¿Que los políticos han pedido la vergüenza y los demás les han perdido el respeto? Quizás en el fondo solo sea esto. ¿Pero en que se basa esa pérdida de respeto? ¿Simplemente será porque con hechos han demostrado su sinvergonzonería haciendo sonar las silenciadas campanas de la indignación?

Esto es  muy simple de demostrar, solo hay que analizar los últimos tiempos. Como por ejemplo su triste baile repartiéndose el dominio de los dineros de todos, baile que conocemos como corrupción; másters regalados o en entredicho; doctorados no explicados suficientemente; ministros en sospecha de determinadas inmoralidades de connivencias con personas actualmente en las cárceles por delitos reconocidos y, sobre todo, la elección de alguien que sin ganar, ni con mucho, las elecciones generales en las urnas necesitó la alianza de varios grupos antidemocráticos para alcanzar el gobierno. Y son grupos antidemocráticos que, aliados al elegido por ellos, insisten en romper la unidad nacional y a quienes necesita para mantenerse en el sillón. Y estas entre otras son solamente algunas de las cosas que muchos han visto y escuchado en los medios de comunicación resbalando y creciendo en los pensamientos de los ciudadanos que ya no les ven desde lejos.

Por ello, y conforme a la idea de su falta de vergüenza, es normal que se les pierdan el respeto. Consecuentemente el abucheo, que sin duda es una falta de respeto, se justifica porque son muchos los que consideran que algunos políticos han perdido la vergüenza y de esta manera se sienten legitimados a no tenerles respeto y con derecho a insultarlos. Luego que no vengan algunos a exigir respeto a quienes no tuvieron vergüenza. Lo terrible de todo esto es que con sus interesadas y personales actitudes se está perdiendo el control de los ciudadanos y sobre todo, sobre todo, la tranquilidad de las calles.

Porque el control de las calles está cada día más y más en manos de los ángeles anunciadores de la ruptura social, muchos de ellos organizados, como actualmente sucede en Cataluña donde un presidente supremacista y racista les anima a seguir empujando la calle para alterarla, pidiéndoles al tiempo que se salten la ley que nos dimos todos y, no, no es el único. Y estos mediocres políticos ignorantes en su estulticia, olvidan que sacar la gente a la calle es fácil, pero que una vez en la calle la gente se convierte en masa lo que hace muy difícil hacerlos volver a sus casas. Ya lo decía Aristóteles: la masa solo sirve para hacer la guerra y esto es lo que están consiguiendo poco a poco, por su poca visión de futuro, fragmentando la sociedad en grupos obcecadamente enfrentados.

Por todo esto, y por muchas cosas más, tiene razón la ministra al decir que es una falta de respeto abuchear al presidente de la nación, pero que también tiene que comprender que perder la vergüenza solo origina que los ciudadanos pierdan el respeto que debían tenerles. Y esto es lo que está pasando, por mucho que intenten controlar los medios de comunicación subvencionados para ocultar sus conocidas desvergüenzas. Mas a pesar de todo, los más se preguntan: cómo han podido alcanzar las llaves de la política las manos de tantos ineptos oportunistas?