Demasiado se ha escrito de Acemsa en las últimas semanas. De nuevo sobresale el no pacto PP-PSOE y la oposición de esa pléyade de “honrados”, variopintos, injuntables, demasiado heterogéneos, que denuncian una conspiración de los poderes en la sombra para colocar a un sirviente de intereses ocultos: Sánchez Valderrama, a quien otrora criticaba el hoy su valedor (¿?) Juan Gutiérrez, diputado hoy del PSOE y, según las malas lenguas, empleado de Trace… perdón, del dueño.
Yo fui gerente de Acemsa y Juan Manuel Sánchez Valderrama, director técnico de esta sociedad, me ayudó a refundarla y reflotarla. Posteriormente, fue gerente y después volvió a desempeñar tareas técnicas. A su trabajo se deben varias cosas: la modernización de la red de saneamiento, la puesta en marcha de la EDAR y el plan estratégico para la barriada Príncipe Alfonso, entre otras. Juanma y yo hicimos una Ceuta subterránea moderna, garantizando por ejemplo, que sólo con los aportes de la desaladora, Ceuta tendría suministro de agua de calidad, remineralizada, incluso sin lluvias durante largos períodos.
Después, en otra etapa promoví a Juan Martín Portes como gerente de Acemsa y fue capaz de estabilizar la economía de la sociedad. Impagable servicio.
Hoy, el actual Gobierno lo quiere sustituir y siento pena, pero respeto la decisión de quien gobierna. Puede que haya intereses bastardos en juego, pero Sánchez Valderrama es un buen técnico y no es justo mezclarlo en una batalla político-empresarial, que de existir, no ha sido provocada por él.
