Los seis acusados de perpetrar diversos ataques contra agentes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Policía Nacional en 2016 se han negado a declarar en la primera sesión del juicio oral que se sigue contra ellos y que se inició este lunes en la sala de vistas del Juzgado de lo Penal número 1. Todos se sientan en el banquillo como presuntos autores de incendios provocados en tres vehículos propiedad particular de otros tantos agentes y un quiosco regentado por una hermana de uno de los policías.
Está previsto que el juicio se prolongue, en principio, hasta el jueves.
Según la Fiscalía, el ánimo que movía a los acusados era la venganza y el amedrentamiento. La mayor parte de las pruebas obtenidas a través de entradas y registros, intervención de comunicaciones telefónicas, seguimientos y vigilancia han quedado sin valide, habida cuenta de que proceden de la intervención previa de un teléfono, pero cuya orden para efectuarla no aparece por lado alguno.
Las actuaciones delictivas derivan de una exitosa investigación policial relacionada con el narcotráfico y realizada en 2015 por el grupo Udyco. Se desmanteló entonces una organización criminal dedicada al transporte de ingentes cantidades de hachís desde Ceuta a la península mediante el empleo de camiones de transporte de mercancías. Dicho grupo criminal estaba compuesto, entre otros, por varios miembros de la Guardia Civil –según consta en el escrito inicial de acusación de la Fiscalía - que, prevaliéndose de su condición de agentes y de su conocimiento y actuación interna de la Compañía Fiscal, facilitaban el paso de los mencionados camiones en condiciones que no fueran detectadas por el resto de agentes, lucrándose con ello.
La sesión se ha iniciado con la presentación de impugnaciones de pruebas y petición de nulidades de actuaciones. La juez ha desestimado por extemporánea la que se cuestionaba la imparcialidad de la jueza instructora, quien mantenía una relación sentimental con uno de los responsables de la Udyco. Tanto Fiscalía como defensas han renunciado al testimonio de varias personas citadas como testigos.
Durante la sesión de hoy han declarado la propietaria del quiosco atacado y su hermano, un agente encuadrado en la Udyco y actualmente destinado a la Brigada de Información.
Los seis hombres que se sientan en el banquillo están acusados de diversos delitos: organización criminal, daños por incendio, coacciones, obstrucción a la justicia y blanqueo de capitales. Las penas que se les piden, según consta en el escrito de acusación, van de los cuatro a los cinco años de prisión, además de multas e indemnizaciones por los daños causados.
