Nuestro inmenso agradecimiento a todos los que han hecho posible esta jornada mariana que quedará grabada en la Historia de Ceuta. La Madre y Patrona ha tomado, como no podría ser de otra manera, un lugar destacado en el Acto, siendo lo más importante la satisfacción nuestra del esfuerzo llevado a cabo entre todos, para ver estampas tan impactantes en lo visual y reconfortantes en lo espiritual, como el encuentro de cada una de las titulares marianas frente a Santa María de África.
Ha sido un peregrinar de cada Hermandad a la búsqueda de la Madre de Ceuta, con todo lo que ello conlleva de esfuerzo, oración, sacrificio, superación, etc… En definitiva, todo fruto del amor que tiene esta esta tierra a la Madre de Dios.
Pero la Magna Mariana ha tenido mayor transcendencia que todo ello. Ha supuesto una celebración religiosa de gran altura para este año en el que celebramos el 6º Centenario de la creación del Obispado de Ceuta y de la llegada de Santa María de África, y que a través de ella nuestra tierra ha llegado a más gente, la cual nos ha visitado como pocas veces. Todo en una ciudad que nuevamente está necesitada de la evangelización cristiana, de nuestra presencia constante y ejemplar en cada rincón de esta tierra. Una demostración de que seguimos ahí, y que debemos de aprovechar como impulso para hacernos patentes y activos en la sociedad ceutí.
Esta inolvidable celebración ha sido el resultado de la unión de todos. Con cada granito de arena, hemos hecho un sueño realidad y con creces. Tomemos nota y cojamos impulso para reavivarnos, y juntos heredar a las generaciones posteriores la presencia fuerte en Ceuta de la riqueza espiritual de nuestras Hermandades y del amor a Cristo y a su Madre.
Felicidades a todos por el trabajo realizado.
