Reafel Merino, jefe del Servicio de Neurología del Instituto de Gestión Sanitaria

“El Alzheimer no mata, matan las complicaciones que se derivan de él”

El jefe del Servicio de Neurología del Ingesa, Rafael Merino, recomienda la adopción de hábitos de vida saludables para reducir el riesgo de padecer la enfermedad. 

El doctor Rafael Merino (CEDIDA)
photo_camera El doctor Rafael Merino (CEDIDA)

Este sábado, 21 de septiembre, se conmemora el Día Mundial de la Enfermedad de Alzheimer. El jefe del Servicio de Neurología del Ingesa, Rafael Merino, asegura que es una de las enfermedades que más “discapacidad” generan en personas mayores y que está causada por un “desequilibro” entre la producción de sustancias proteicas y la eliminación de esa proteína en determinadas zonas del cerebro. Esta pérdida de proteína produciría la muerte neuronal, lo que se traduciría a su vez en síntomas como pérdida de memoria, alteraciones en el lenguaje, en la atención y en el cálculo.

El Alzheimer es una enfermedad actualmente incurable.  “Se deben adoptar hábitos de vida saludables para minimizar el riesgo de sufrir Alzheimer y tratar al paciente de manera precoz, bien con fármacos o bien con la estimulación cognitiva, lo que provocará que la dependencia llegue más tarde: hay que pensar en darle vida a los años”., explica el doctor Merino.

La esperanza de vida de los pacientes disminuye como consecuencia de los problemas aparejados a la enfermedad. “El Alzheimer no mata, matan las complicaciones que se derivan de él”, matiza el doctor.

Según Merino, existe “una falsa percepción” sobre la enfermedad. “El Alzheimer ya existía en otras épocas: lo que ocurre en la actualidad es que el envejecimiento de la población y el aumento de la esperanza de vida hace que la enfermedad prevalezca más”, detalla el jefe del Servicio de Neurología.

Además del de la edad, otros factores de riesgo son las cardiopatías, la diabetes, los accidentes cerebrovasculares y el colesterol elevado. Merino recomienda un control sobre los los riesgos vasculares y unos hábitos de vida saludable. “Hay estudios que comentan que si realizamos estos controles de los factores de riesgo la posibilidad de padecer la enfermedad disminuye entre un 30 y 45 por ciento”, resalta el neurólogo.

 

La familia, pilar fundamental

“Es muy importante que estos pacientes estén en centros de día para poder estimularles”, advierte el doctor Merino, quien subraya la importancia de la familia como una referencia para el enfermo.  “En Ceuta Tenemos la suerte de que existen tres centros y todos de un acceso bastante fácil”, celebra Merino.

.El jefe del Servicio valora la relevancia de los servicios de atención primaria como el primer apoyo de quienes adviertan síntomas que puedan anticipar la concurrencia de la enfermedad. “Debemos acudir a nuestro médico ante cualquier señal pues él determinará si hay motivo de alarma o si estamos ante otra patología como un cuadro de ansiedad o de estrés”, concluye Merino.