los últimos arrestos se practicaron el pasado enero

Ceuta ha sido escenario desde 2013 de la detención de 26 personas vinculadas a actividades terroristas

Ceuta, Melilla, la provincia de Barcelona y el área metropolitana del país son los lugares del país donde se registra el mayor número de detenciones relacionadas con el terrorismo yihadista.

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photo_camera Operación antiyihadista desarrollada en Ceuta en octubre del pasado año (C.A.)

Los once integrantes de la célula terrorista desarticulada en junio de 2013 en Ceuta se convirtieron en los primeros acusados de enviar yihadistas a Siria en ser condenados por la Audiencia Nacional. El grupo había organizado la expedición a los campos de batalla sirios de 28 jóvenes, 9 de los cuales eran ceutíes.

Desde aquel junio de 2013, las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado han detenido en la ciudad a 26 personas vinculadas con el terrorismo yihadista. El Instituto Elcano revelaba en un reciente estudio que el 22,2% del total de las detenciones practicadas en España entre 2013 y 2016 se produjeron en Ceuta.

La detención de dos individuos el pasado enero en El Príncipe y Villajovita ha sido el último capítulo de las actuaciones que Policía Nacional han desarrollado en la ciudad contra el terrorismo.

Desde 2013, las operaciones policiales se han sucedido periódicamente. En junio de 2014, un individuo es detenido en El Príncipe por enaltecimiento del terrorismo yihadista a través de Internet. Seis meses más tarde, las policías españolas y marroquí consiguen desmembrar una red dedicada a la captación de mujeres para su integración en el Estado Islámico. La intervención se desarrolló en Ceuta, Melilla, Barcelona y Castillejos. Una mujer fue detenida en la ciudad.

2015 se abre con la ejecución de la Operación Chacal, resultado de una investigación que se salda con la detención de los seis miembros de una célula yihadista en dos actuaciones desarrolladas en enero y marzo.

Ya en diciembre, la Guardia Civil detiene a un español de 34 años acusado de captar y radicalizar a menores para su integración en las filas del Daesh en Siria. El arrestado desarrollaba sus actividades de captación desde las dependencias del centro cultural Imam Warsh, sito en la Cuesta Parisiana.

El 7 de febrero del pasado año la Policía Nacional detiene en distintas ciudades españolas a siete individuos como presuntos integrantes de una célula yihadista que enviaba armas a las principales organizaciones terroristas de Irak y Siria, Jahbat al Nusra y Daesh. Uno de los arrestos se practica en la barriada de Los Rosales. El detenido trabajaba en un establecimiento de comidas de Hadú. 

Apenas dos semanas más tarde, una operación conjunta de las policías española y marroquí permite la detención de los cuatro presuntos miembros de una célula dedicada a la captación, adoctrinamiento y radicalización. Tres de los arrestados fueron capturados en Ceuta y el cuarto, en Nador. Entre los ceutíes detenidos figuraba Hamed Abderraham Ahmed, alias Hamido, antiguo preso en Guantánamo y conocido como el “talibán español”.

El 25 de febrero la Guardia Civil irrumpía en una vivienda de la calle Este, en la barriada El Príncipe, para detener a un joven tangerino de 20 años acusado de enaltecer las actividades de Daesh a través de las redes sociales.

En abril, las fuerzas de seguridad descubren en Benzú un zulo con armas y una bandera artesanal del Daesh. Finalmente, en octubre, la Policía Nacional y agentes de Marruecos desarrollaban una operación que permitió el arresto de cuatro marroquíes. Las detenciones se practicaron en Ceuta, Altea, Tetuán y Castillejos. Los cuatro fueron acusados de integrar dos células que actuaban de manera coordinada en colaboración directa con el Daesh.

 

Mujeres ceutíes en Siria

El pasado julio, las autoridades turcas entregaban a España a las ceutíes F.A.L. y A.A.L., sobre las que pesaba una orden internacional de detención promovida por la Guardia Civil. Ambas permanecieron en territorio de Daesh durante más de dos años, casadas con yihadistas marroquíes que han participado en asesinatos en masa.

En marzo de 2014, A.A.L. abandonó España para llegar a Siria, donde contrajo matrimonio con el combatiente marroquí Mohamed Hamdouch conocido también como Kokito de Castillejos, el “decapitador de Castillejos". Durante la ceremonia, el terrorista regaló a su mujer como dote un cinturón de explosivos. El matrimonio tuvo un hijo.

En abril de 2014, F.A.L. y su hijo de corta edad se trasladaron a Siria para encontrarse con su esposo, el yihadista Mourad Kadi. A finales de 2015 se tiene constancia del posible fallecimiento de los dos yihadistas marroquíes. Tras estos hechos, A.A.L. contrajo matrimonio con otro yihadista marroquí y fruto de esa relación la joven quedó nuevamente embarazada.

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