Ceuta, con resultados desfavorables en el informe PISA, registra una de las mortalidades más elevadas del país

¿Qué relación existe entre el bajo nivel educativo y la incidencia de la enfermedad cardiovascular?

Un estudio de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) constata que Ceuta es uno de los territorios españoles con una población donde coinciden un bajo nivel educativo y una elevada incidencia de la mortalidad cardiovascular. 

Viandantes en el Paseo del Revellín (C.A./ARCHIVO)
photo_camera Viandantes en el Paseo del Revellín (C.A./ARCHIVO)

¿Los niveles de educación de una población mantienen alguna relación con la incidencia de enfermedades cardiovasculares? Ésta es la pregunta que se ha planteado el presidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), Eduardo de Teresa, uno de los autores de un estudio que muestra cómo a un mayor nivel cultural y de estudios corresponde una menor mortalidad cardiovascular.

El análisis resulta revelador: Ceuta, junto a Melilla, Andalucía y Extremadura presentan los peores datos de mortalidad cardiovascular, cuentan con los porcentajes más bajos de población con estudios postobligatorios y registran los resultados más desfavorables en el informe PISA, estudio de la OCDE que mide el rendimiento académico de los alumnos en matemáticas, ciencia y lectura.

El doctor De Teresa precisa que el estudio no permite extraer conclusiones, pero sí muestra la existencia de esa correlación entre educación y salud cardiovascular. “Un mayor nivel educacional indica un mayor conocimiento de la enfermedad, de los factores de riesgo y de las medidas de prevención –explica el presidente de la SEC- Esto parece sustentarse en el hecho de que las comunidades autónomas con menor nivel socioeconómico son las que tienen mayores factores de riesgo”.

La Sociedad Española de Cardiología ya revelaba a comienzos de años que Ceuta registraba en 2017 la tasa estandarizada de mortalidad por enfermedad cardiovascular más alta por autonomías, con 342,4 fallecimientos por cada 100.000 habitantes, muy por encima de la media nacional, fijada en las 238,6 defunciones.