Símbolo Internacional de la Discapacidad Orgánica

COCEMFE presenta DisOrganic para hacer visible la discapacidad orgánica

"Como el dolor y la fatiga no se ven parece que no existe, pero está y dificulta la vida de muchas personas". 

La Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE) ha presentado este miércoles el ​Símbolo Internacional de la Discapacidad               Orgánica (DisOrganic), que nace para acabar con la invisibilidad de este tipo de discapacidad y será una obra de Dominio Público.

Este símbolo, impulsado por COCEMFE nacional, ​se ha presentado de manera simultánea en 41 ciudades del país y tiene como objetivo socializar la discapacidad orgánica,       concienciar a la población y los poderes públicos sobre su existencia y promover la inclusión y el empoderamiento de las personas con este tipo de discapacidad a través del conocimiento y el ejercicio de derechos.  

"La falta de reconocimiento, la invisibilidad y la incomprensión son los principales problemas con los que se enfrentan las personas con discapacidad orgánica​, como consecuencia de ser alteraciones que se originan en el interior del cuerpo humano y pasan desapercibidas para la mayoría de la población". 

 

Discapacidad orgánica

Socialmente se tiene la conciencia de que la persona discapacitada es aquella que sufre movilidad reducida o una aparente falta de función psíquica. No obstante, la discapacidad no siempre puede ser detectada a simple vista.

Hay muchas personas, como los enfermos con cardiopatías congénitas, que padecen esta “discapacidad orgánica” que no se ve. Son enfermos que tienen algunos de sus órganos internos dañados, una dolencia genética no perceptible a los ojos de los demás, pero que ellos sí que la sienten y padecen, social y personalmente.

Lamentablemente, de forma sistemática se ignora la realidad de estas patologías discapacitantes, que representa para la mayoría de los afectados una situación que dificulta su plena realización e integración en el mundo que les rodea.

Las personas que sufren estas dolencias se encuentran con una desventaja añadida, ya que al no ser reconocidas en los baremos de discapacidad quedan al margen de cualquier ayuda que permitiese paliar el complicado estilo de vida al que se encuentran sometidos por padecer estas enfermedades.