Alrededor de 200 estudiantes se han concentrado este lunes en el patio del Campus Universitario para apoyar a la familia y amigos de Manuel Tundidor, el joven de 30 años, estudiante de cuarto de Enfermería, que ha desaparecido en Ecuador.
Entre los asistentes estaban los compañeros de clase de Manuel que muy afectados han pedido ayuda al Gobierno español para que ponga en marcha todos los mecanismos posibles para que el joven aparezca lo antes posible.
Los compañeros no pierden la esperanza de que Manuel vuelva pronto a estar con ellos. "Tenemos esperanza de volverlo a ver. Aquí tenemos una graduación que preparar y él no puede faltar", ha añadido una de las compañeras entre lágrimas.
Los más cercanos han definido a Manuel como un chico alegre, extrovertido, "el alma de la fiesta cuando nos juntamos, siempre cantando, es el que nos anima a todos".
Los compañeros han querido lanzar a Manuel un mensaje directo. "Lete, amigo, te estamos esperando porque aquí aún te quedan muchas cosas por hacer".
La decana de Enfermería en Ceuta, Milagrosa Olmedo, ha asegurado que la Universidad de Granada ha puesto todos los medios al alcance y está en contacto continúo con la Universidad de Ecuador. "El director de internacionalización se ha marchado a Ecuador con dos tías de Manuel y la vicedecana de internacionalización de la facultad está en contacto continuo con los alumnos allí desplazados".
Manuel Tundidor cursa cuarto curso de Enfermería y le faltan unos meses para terminar el grado. El joven está en Ecuador disfrutando de una beca que oferta la Universidad de Granada para realizar prácticas en hospitales y centros de salud de la zona.
A Manuel, natural de Trebujena (Cádiz), se le vio por última vez el viernes en la zona conocida como Lago Azul del río Napo, situado en la localidad ecuatoriana de Tena, cuando se estaba bañando y la fuerte corriente lo arrastró río abajo.
Organismos de socorro buscan a Manuel Tundidor sin descanso. En las labores de rescate participan especialistas de los Bomberos de la ciudad de Tena (Amazonía), un grupo de acción para personas desaparecidas, y otros expertos que peinan el río con lanchas y buzos.
Hoy, la búsqueda se reanudará con la intervención más de miembros de grupos especializados de la Policía y, si el clima lo permite, también se usará un helicóptero para sobrevolar el cauce del río.
Las labores de búsqueda del joven de 30 años se extienden por unos 35 kilómetros en un trabajo minucioso. El agua oscura del río dificulta el trabajo a los buzos.
