Opinión

El coño de la Bernarda

Ojo y que sirva de precedente: suelo estar en contra de las palabras mal sonantes, y muy a mi pesar me he permitido el  lujo de titular este mi segundo artículo con esta frase o dicho, frase o dicho que suele ser a veces principio y otras final.

Ojo y que sirva de precedente: suelo estar en contra de las palabras mal sonantes, y muy a mi pesar me he permitido el  lujo de titular este mi segundo artículo con esta frase o dicho, frase o dicho que suele ser a veces principio y otras final.

Cuando comento entre amigos que mi segundo artículo iba a sufrir este titular, rápidamente me dicen: ¡Vas a hablar del Ayuntamiento ¡Hala, pues no es así ¿O sí?

Que algo sea como “el coño de la Bernarda” nos dice que es desordenado, confuso y donde mete mano todo el mundo sin ningún tipo de control. No me negarán que hay quien a veces justifica la actual situación política y socioeconómica con el uso del mencionado término. Es más, en el plano del comercio se suele acudir a la mencionada expresión en aquel que suele visitar o es asiduo al outlet de El Corte Inglés de nuestra ciudad, aunque algunos también le añaden otra expresión como…  “todo está manga por hombro”.

Lo cierto que a pesar de todo, hay tres ciudades que se disputan el honor de ser originarios de este tan extendida frase. Las ciudades de Granada, Ciudad Real y Sevilla aspiran a ser el origen de la tal Bernarda. Granada y Ciudad Real la sitúan en el oficio de santera y curandera y su fecha allá por el siglo XVI. Tanto la leyenda de una u otra ciudad coinciden, y le atribuían milagros, pero cuando iban a más pues decían que llegaba a realizarlos con el “c…”. Sevilla es punto y aparte y estaba clasificada o calificada como una prostituta con cierto o mucho poder gracias a su atributo femenino.

De vuelta a las ciudades que se disputan tal honor, desde estas líneas quiero que nos incluyan, que si bien por historia ya no puede ser, por el resto de temas a tocar y de querer profundizar (política y temas socioeconómicos) nos situaríamos a la cabeza, ¿o no? Y que conste que lo escribo sin acritud (algunos de mis lectores son conocedores de esa expresión por mi normalmente utilizada).

Lo innegable es que realicé mi labor durante once años en lo que casi todos coinciden y llaman “la Casa Grande” y pienso que, ahora sí, cualquier tiempo pasado fue mejor, y si me van a preguntar o cuestionar el porqué, les tendría que responder en plan gallego (Albiol dice que es un sambenito que no es propio de ellos, de los gallegos): ¿Y tú qué piensas?

Ah, y estoy muy agradecido a Mr. Word por haberme metido el gusanillo de colaborar con Ceuta Actualidad.  Con mis EXCELentes saludos.