Opinión

El fangal ceutí

Bien, ya tenemos de nuevo al gobierno del cambio. Es decir, sigue el mismo que desde hace casi dos décadas. Y así hemos asistido al renombramiento del mismo alcalde. Nada nuevo bajo el sol. Y esto ha sido gracias al apoyo de otro partido el PSOE. Sí, de ese partido beneficiado en las generales por los planes de empleo y sus aliados los partidos de Fátima y Mohamed. En fin todo un fangal para nuestra ciudad y su futuro.

De esta manera en esta ciudad, con olor a sal y mar, podemos esperar magníficos días de extraños sucesos viendo como el PSOE hace nidos propios en los cabellos del partido de Juan Vivas. Nidos, que harán realidad la historia del famoso Don Julián. Porque en el fondo estamos asistiendo a una súbita transformación de nuestra ciudad. Metamorfosis de la que no conocemos como será la tinta de los colores del nuevo insecto final que saldrá de esta extraña unidad.

Porque los nidos que se puedan hacer en los ya canecidos pelos del gobierno ceutí, estarán llenos de color de azufre y de caídas dentaduras olvidadas, que fuertes y vivas antaño, animaban el proyecto popular de nuestra ciudad. Gaviotas antes blancas y que ahora aparecen manchadas con los alambres, toallas y camisetas sucias de nuestros basureros, asustando todos los días a nuestras gentes en sus calles. Por ello, viéndolas, apenas se recuerdan sus ideales después de estas extrañas alianzas.

De esta manera, que nadie se extrañe, que ese nuevo partido que ha surgido fuerte, aun siendo todavía minoritario, nos diga a su manera… ¡Recuerda y resiste! a la venta de los ideales que en su día hicieron grande al Partido Popular en nuestra ciudad y del que ellos son legítimos herederos. Porque aun aislados y considerados apestosos por el propio gobierno, que obligo a su nacimiento, estamos hablando de miles de ciudadanos que apoyaron al nuevo partido. Gentes que en su frente saben que son los guardianes de los olvidados principios que hicieron grande a un partido que llevo al de nuevo presidente a gobernar la ciudad.

Anatema, dijo, el de nuevo ungido presidente ante su aparición, condenándolos al ostracismo y al olvido. Su interesada liturgia personal de sillón le obligo a decirlo y de esta manera, aun rompiendo la lealtad que debía mantener a la ejecutiva nacional, decidió romper como si de un nuevo reino taifa se tratara toda disciplina que el interés nacional exigía. Esto históricamente ya paso con don Julián y el reino de España en su momento, aislándola del resto.

Ahora, con esa alianza entre bambalinas con el PSOE, que se ha forjado en nuestra casa, ¿dónde estará su ayuda y alianza? ¿Y qué espera obtener de ventajas para su inestable gobierno en una ciudad subvencionada? ¿Nada? Porque esta es la pregunta que muchos nos hacemos en nuestras calles con su sorprendente decisión personal.

En fin, nuevos tiempos se avecinan, nada claros para el gobierno de nuestra casa. Y el miedo y temor de otros posibles pactos marcaran su inestable gobierno durante los años. De lo que estoy seguro es que la inestabilidad marcara estos años y eso no es bueno para la ciudad. Y esto es así, porque siempre es mejor ser un simple oficial en un ejército organizado y disciplinado, que ser general de variopintas bandas dispersas por las prebendas de los despachos. ¿Y quién nos sacara del fangal en que nos ha metido?