Opinión

Por una escuela laica y pública con o sin la LOMCE

Resulta curioso la crispación que producen ciertos temas o las formas que tienen algunas personas a la hora de defender algo que en el fondo saben que no deberían  amparar. Antes de continuar explicando mis motivos quiero dejar constancia de la cortedad que me produce al ver el uso tan simplista o intricado que proveen a la laicidad, como si ésta fuera un calcetín de usar y tirar según concierte.

Para quienes quieran profundidad: Esta situación de desigualdad efectiva de las diversas confesiones religiosas debe afrontarse con un diálogo abierto entre el Estado y el conjunto de las confesiones de acuerdo con los principios de igualdad y neutralidad exigidas por la laicidad del Estado.

De la misma manera que la libertad de conciencia y la laicidad exigen tratar por igual las convicciones, el Estado no puede distinguir unas convicciones sobre otras, ni unas confesiones de otras. En sintonía con el artículo 16 de la Constitución, el Estado debe actuar de acuerdo con el principio de neutralidad. Así, se evitará cualquier tipo de confusión entre funciones públicas y funciones religiosas en todo lo referente a actos institucionales, símbolos y espacios públicos.

Es por ello, por lo que hay que optar por la contribución activa y voluntaria de las personas afines a sus iglesias como medio adecuado para lograr una plena autonomía de las mismas en su sostenimiento.

El sistema de asignación tributaria actual no es aceptable debiendo de ser suprimido en aplicación del principio de laicidad. Pero esto no es incompatible con defender una escuela pública laica y gratuita como garantía de los valores públicos y respeto de las creencias privadas. De ahí que, en nuestro modelo de escuela pública no quepa la integración, ni en el currículo ni en el horario escolar, de enseñanzas confesionales. Hay que promover la incorporación de la enseñanza cultural sobre el hecho religioso en términos de integración y convivencia, como parte de nuestro patrimonio cultural y para evitar, por ignorancia, los riesgos de los fundamentalismos. 

Aclarado esto, la peor parte llega cuando hacen uso de la palabra progresista, como descalificando a quienes sí somos progresistas y estamos en contra de la propuesta planteada por el Grupo político Caballas de introducir la religión islámica en los Institutos. La coronación viene cuando encima eres del Partido Socialista y te echan en cara que con Zapatero nada de esto, que ahora creen que defendemos, se hizo.

Para empezar quiero matizar, y me lo atribuyo como algo personal aunque como yo existen muchos compañeros y compañeras, que son muchos los años que llevo reivindicando sacar las confesiones religiosas fuera de los centros educativos. Por respeto a las personas creyentes, por eso apuesto por la laicidad y una Ley de Libertad religiosa, no voy a decir lo que realmente pienso de ellas, pero sí es importante dar a entender que nunca hemos variado ni un milímetro nuestra actitud, actitud que hemos defendido en todos los foros que hemos tenido oportunidad hasta conseguir que se aprobara en una Conferencia Política y después en un Congreso Federal. Es más, antes de que fuera aprobado en un Congreso Federal, yo llevé ese propuesta, la de sacar las religiones, al décimo congreso Regional de Ceuta y se quedó plasmado en el Documento Marco. 

Por tanto, somos muchos socialistas los que hemos conseguido que por fin hayamos dado un paso más en derechos civiles.

Pero es que fue Zapatero quien logró una de las mejores ideas que se han hecho hasta ahora en educación, que es introducir la asignatura de Educación para la Ciudadanía, asignatura destruida por el Partido Popular y mantenida en aquellos sitios donde gobernamos, por eso tenemos que volver a Gobernar en España. 

Pero volviendo a la raíz del asunto, yo puedo entender que quienes estén a favor de la religión en el currículo escolar defiendan la igualdad y consideren que la religión islámica también deba de estar en los Institutos de la misma manera que ya se da en los centros de Primaria , sobre todo en una ciudad como la nuestra, lo que no concibo es que haciendo uso de una injusticia, porque yo no discuto de esa desigualdad, se justifique la lucha de algo en lo que se supone no creen.

No son dos temas distintos, la defensa de la religión fuera o dentro, por un lado, y la equiparación de un derecho obligado por la LOMCE, por otro.

Y me explico. 

Yo estoy en contra del maltrato animal y rechazo rotundamente las corridas de toros, pero por el hecho de que en Melilla exista una plaza y a día de hoy esta tradición esté subvencionada, no me hace exigir otra plaza en Ceuta en defensa de los taurinos que se sienten discriminados por no poder disfrutar de esta actividad aquí. Es inviable.

Entiendo que ellos lo hagan, pero yo seguiré mostrando mi rotundidad y me dejaré la piel para conseguir la abolición de esta tortura, aunque sea luchando también dentro de mi propio partido.

Dicho esto, Caballas es evidente que en el fondo no quiere sacar la religión del horario escolar. Caballas necesita de la religión para su electorado, no hace falta remover muchas expresiones y votaciones suyas en los Plenos, de ahí su desequilibrio político.

Así que una vez más como política, maestra y madre, insto a que se saque del horario escolar la religión y se lleve al ámbito privado. 

Es una irresponsabilidad no aprovechar el currículo para la enseñanza de unos valores que ya venían recogidos en la Educación para la Ciudadanía , y una apuesta clara por la filosofía y las artes, tan infravaloradas hoy en día por el Partido Popular. Necesitamos sujetos activos, críticos y que piensen por sí mismos, también necesitamos políticos coherentes y valientes.

Llegará...