una semana para estudiar la fórmula más segura

"Temporalmente" sin comercio transfronterizo ante la ineficacia de El Tarajal II

En una semana el número de porteadores que han llegado a Ceuta para pasar mercancías a Marruecos ha llegado a los 10.000, lo que ha obligado a las autoridades españolas a tomar cartas en el asunto para evitar una desgracia. 

El paso de mercancías de E Tarajal II ha cerrado sus puertas tras menos de una semana abierto. El 27 de febrero se inauguraba este ansiado paso sin la presencia de ninguna autoridad de Delegación de Gobierno. Ese primer día unos 4.000 porteadores recorrieron sus pasillos cargados con enormes bultos a sus espaldas. Ese día, tal vez por la novedad o por un exceso de celo para que todo luciera como se esperaba, el flujo de porteadores fue relativamente tranquilo y sin incidentes.

Precisamente ese movimiento fluido produjo un efecto llamado que incrementó en tan solo cinco días el número de porteadores llegando a duplicarse, lo que desbordó los planes a ambos lados del paso al tener que “controlar” a 10.000 personas ávidas por cruzar a Marruecos.

Un precavido delegado de Gobierno, Nicolás Fernández Cucurull aseguraba unos días antes de la apertura reservar “una parte a la incógnita”. Incógnitas que quedaron resueltas cuando el viernes por la tarde desde la Plaza de los Reyes y tras reunirse con la Ciudad Autónoma, y pactarlo con Marruecos, se decidía cerrar el paso de E Tarajal II “temporalmente” al tráfico de mercancías. El plazo para evaluar la adopción de medidas adicionales para garantizar la seguridad de los transeúntes se ha fijado en una semana. Precisamente para el viernes estaba prevista una visita guiada con el delegado al paso en cuestión que llevaba dos años terminado y cerrado.

Ceuta se queda durante al menos una semana sin comercio transfronterizo mientras las autoridades estudian las mejores alternativas para "evitar una desgracia que se veía venir ante la avalancha de porteadores", explican desde Delegación de Gobierno. La frontera permanece brindada bajo fuertes medidas de seguridad. 

Desde primeras horas de la mañana cientos de personas esperan del lado marroquí poder entrar a la ciudad para cargar su bulto y venderlo en Marruecos. Se encuentran desesperados de pensar que durante el tiempo que dure este cierre no percibirán ni un solo euro.

Pero esta medida no solo perjudica a los porteadores también a los comerciantes de los polígonos de El Tarajal que viven, principalmente, de la venta diaria a estas personas.