La mesa de contratación ha aprobado esta mañana la compra, por parte del Gobierno, de la escultura de la artista ceutí Elena Laverón por un precio de 165.000 euros. La cuantía inicial de la obra era de 300.000 euros pero la Ciudad consiguió reducirla a la mitad.
Para llevar a cabo esta adquisición se ha optado por un negociado sin publicidad, con un solo licitador por tratarse de un tema artístico.
Este hecho levantó una gran polémica en su día, ya que eran muchos los que opinaban que el precio de la obra era excesivo.
Uno de los críticos fue Caballas. El partido calificaba la actitud de irresponsable e insultante hacia los ceutíes, ya que existían muchos problemas en la ciudad como para gastar el dinero en cuestiones artísticas.
A juicio de Caballas, la Consejería de Educación y Cultura debería destinar esa cuantía a combatir el fracaso escolar más alto de Europa y a la promoción de la cultura en las barriadas y la periferia.
Por su parte, el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, salió al paso de las críticas vertidas aseverando que la compra de la obra de Elena Laverón obedecía al cumplimiento de un acuerdo plenario.
Con el acuerdo, recordaba Vivas, se adoptó la decisión de que Ceuta, “que es la ciudad de la solidaridad, tuviese un monumento a ello”. El presidente precisaba que se da el caso que Elena Laverón es ceutí y una escultora de reconocido prestigio a nivel nacional.
El mandatario destacaba la generosidad de la escultura, haciendo referencia a la reducción del cincuenta por ciento del precio de la obra, cifra que estaba contemplada en el Presupuesto de la Ciudad.
