Las investigaciones durarán meses

Las incógnitas del accidente del Eurofighter en el que murió el capitán Aybar

Sus restos han sido enterrados este viernes en Socuéllamos, la localidad de origen de su esposa, que le esperaba en la plataforma cuando el caza se estrelló. Las hipótesis sobre lo que pudo ocurrir con el avión no están cerradas. 

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photo_camera l capitán Borja Aybar en uno de los Eurofighter del Ala 14, en la Base de Los Llanos, Albacete (ESTRELLA DIGITAL)

Estrella Digital /Paula Pérez Cava

Fue el final trágico del desfile del Día de la Fiesta Nacional y el de una carrera ‘in crescendo’ a los mandos de los cazas del Ejército del Aire. El capitán Borja Aybar murió este 12 de octubre cuando regresaba a Albacete, tras surcar con su caza los cielos de Madrid en una maniobra sencilla, sin grandes complicaciones y con el orgullo de mostrar su avión el Día de la Fiesta Nacional.

También disfrutaba con el avión en tierra. Enseñaba su Eurofighter con mimo y no dudaba en explicar una y otra vez, entusiasmado, cómo funciona el avión, cuánto gasta, la velocidad punta que alcanza e, incluso, dónde colocar los pies para conseguir sentarse a los mandos de este grande de la aeronaútica. Así, con paciencia, se lo contaba hace apenas una semana a un grupo de senadores, diputados, altos funcionarios y otros alumnos del LVI Curso Monográfico del Centro Superior de Estudios de la Defensa (CESEDEN). El joven piloto fue el encargado de mostrar uno de los 14 C-16 (el nombre del Ejército del Aire para los caza Eurofighter Typhoon) que había en ese momento en la Base de Los Llanos en el Ala 14, todos ellos operados por el Escuadrón 142.

Ahora, apenas quedan las partes desperdigadas de ese avión, que quedó completamente desintegrado, y los restos del capitán Aybar, descansan en paz en el municipio de su esposa, Socuéllamos, Ciudad Real. Sus compañeros del Ala 14, que se han mantenido muy unidos tras la tragedia, le han despedido con todos los honores en un acto militar en la Base Aérea de Los Llanos. También han acudido numerosas autoridades militares y civiles, entre ellas la ministra de Defensa, que le ha entregado a título póstumo la Cruz del Mérito Aeronáutico con distintivo amarillo. Se trata de un reconocimiento que “se concede por acciones, hechos o servicios que entrañen grave riesgo y en los casos de lesiones graves o fallecimiento como consecuencia de actos de servicio siempre que impliquen una conducta meritoria”, recuerda el Ministerio de Defensa. El militar de 34 años, y que ingresó hace 12 en la Academia General del Aire, tenía una amplia experiencia pilotando aviones: un total de 1.238 horas de vuelo, 1.189 de ellas, en cazas de combate (681 al mando de los C-16).

Por el momento, no ha trascendido ninguna hipótesis de lo que pudo pasar con el avión del capitán Aybar, a quien su mujer y su bebé de apenas unos meses esperaban en la pista de la base aérea. Los testigos del accidente cuentan cómo vieron caer el avión y la impresionante columna de humo negro que se produjo después. Unas imágenes difundidas tras el siniestro muestran cómo el avión no puede coger altura, parece que se voltea y se precipita.

La posibilidad de que el aparato se diera la vuelta es la opción que explicaría que el piloto no usara el sistema de escape del avión, tal y como confirmó un portavoz del Ministerio de Defensa, pero nadie se atreve a dar una hipótesis sobre lo que pudo pasar. La familia, por su parte, había apuntado a la posibilidad de que Borja Aybar no saliera del avión para evitar una desgracia mayor, ya que el caza podría haberse dirigido hacia una zona con casas o población.

En vista de las imágenes, las opiniones de distintos expertos varían. Hay quien apunta a un fallo mecánico o de los ordenadores (el aparato lleva cuatro a bordo), algo similar a lo que ocurrió en Morón en 2010, cuando un piloto saudí falleció también al estrellarse su aparato. Otros expertos apuntan a que el desplome del aparato que pilotaba el capitán Aybar pudo deberse a las turbulencias originadas por uno de sus compañeros mientras trataban de hacer una formación en abanico a su llegada a Albacete.

Sin embargo, desde Defensa se pide cautela a la hora de apuntar a ninguna posibilidad y desde Airbus, el fabricante de este avión de combate, se remiten directamente a las investigaciones oficiales del Ministerio, que tardarán varios meses, según ha confirmado un portavoz del Ejército del Aire. Una médico forense, un ingeniero y un fotógrafo escrutan todos los detalles del siniestro. Pertenecen a la Comisión para la Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares (CITAAM), el órgano responsable de organizar las pesquisas, testimonios y otras pruebas que puedan aclarar qué pasó para que el avión del capitán Aybar se precipitara a apenas segundos de llegar a su base.

El capitán Aybar es el tercer piloto que fallece a bordo de un Eurofighter en España, aunque este es el cuarto avión que se pierde en España. En 2010, un militar de Arabia Saudí falleció al estrellarse su caza en la Base de Morón. Cuatro años después, otro capitán del Ejército del Aire falleció también en la base sevillana. El primer avión de combate de este modelo se estrelló en 2002 por un fallo de motor. Los pilotos consiguieron eyectarse y caer en paracaídas. El capitán Aybar no tuvo tanta suerte pero, hasta dentro de unos meses, no se sabrá por qué. 

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