el documento ha sido elaborado por diputados del parlamento marroquí

Un informe constata que algunos "coches patera" son propiedad de aduaneros del país vecino

El documento denuncia que las porteadores son sometidas en la frontera de Ceuta a "malos tratos" y violencia verbal por los agentes de las fuerzas de seguridad y los aduaneros marroquíes. 

frontera marruecos
photo_camera Instalaciones del paso fronterizo en el lado marroquí (C.A.)

Un informe elaborado por un grupo de diputados del Parlamento marroquí constata que algunos de los coches-patera que a diario cruzan la frontera con Ceuta son propiedad de funcionarios aduaneros, según informa la agencia Efe. Estos automóviles se estarían beneficiando de un trato privilegiado en la frontera.

El estudio ha sido presentado este miércoles ante la Comisión de Exteriores de la Cámara de Representantes marroquí. El Parlamento tiene previsto enviar una misión de inspección al paso fronterizo.

En el transcurso de la sesión de la Comisión de Exteriores, el director general de la Administración de Aduanas, Nabil Lajdar, reconoció que el año pasado 24 agentes fueron sancionados por la comisión de irregularidades en el paso fronterizo.

El documento califica de “inhumanas” las condiciones en las que los porteadores ejercen su actividad en la frontera de Ceuta. El informe contiene las reflexiones de los parlamentarios tras las dos visitas que hicieron durante el segundo semestre del paso año al paso fronterizo. Los autores hablan de que las mujeres son objeto de “humillación”, “malos tratos” y violencia verbal” a manos de los agentes de seguridad y de las autoridades aduaneras. También critican las deficientes condiciones sanitarias que se viven en la zona.

Las conclusiones del informe no son muy distintas, sin embargo, de las recogidas en otros estudios similares redactados por oenegés. Los parlamentarios trazan un perfil de la mujer porteadora, en la que se centra el documento, a la que presenta como una trabajadora forzada por la necesidad, casada o viuda y con cargas familiares, obligadas a soportar largas colas para acceder a Ceuta a recoger la mercancía con la que luego regresarán a Marruecos.