A las diez de la noche, cuando ha acabado su turno, el jefe de servicios de la antigua prisión de Los Rosales ha hecho entrega a los miembros de la Policía Local de las llaves de las instalaciones, que desde ese momento han pasado a ser vigiladas por los agentes de este Cuerpo.
Los efectivos de la Guardia Civil se habían retirado después de procederse al desalojo y posterior traslado a la cárcel nueva de Fuerte Mendizabal de los internos. Con este acto, la Ciudad se hace cargo de las antiguas dependencias carcelarias y ahora habrá que esperar que destino se le da.