28 detenidos en varias provincias españolas

Desarticuladas dos redes de tráfico de menores que usaban Ceuta como uno de sus pasos hacia la Península

Ceuta era uno de los puntos utilizados por estas mafias para introducir a los menores en España. En este caso, la red cobraba 2.500 euros para cruzar la frontera de El Tarajal a bordo de vehículos o camiones.

red tráfico menores
photo_camera Una de las intervenciones policiales (Mº INTERIOR/EUROPOL)

red tráfico menoresLa Policía Nacional y Europol han detenido en varias provincias españolas a 28 personas integrantes de dos organizaciones dedicadas a traficar con niños desde Marruecos. Según los investigadores, más de un centenar de niños han sido víctimas de la red desmantelada.

Tras ser captados en Marruecos, cruzaban la frontera de manera clandestina mediante diversos métodos, principalmente en patera. Las tarifas rondaban los 2.000 euros pero podían llegar hasta los 8.000 si las condiciones climatológicas eran adversas.

Ceuta era uno de los puntos utilizados por estas mafias para introducir a los menores en España. En este caso, la red cobraba 2.500 euros para cruzar la frontera de El Tarajal a bordo de vehículos o camiones.

En una primera fase de la operación policial, resultaron detenidos varios ciudadanos marroquíes que trabajaban en centros de menores de Asturias. Más adelante, las investigaciones posibilitaron la desarticulación de otra organización interconectada con la primera y dedicada al secuestro de los menores al llegar a las costas españolas. Ya en territorio nacional, eran ocultados en bosques de la provincia de Cádiz o en pisos de la red. Allí los mantenían en un cautiverio forzado hasta que sus familias en Marruecos accedían a abonar 500 euros para dejarlos libres.

La operación ha contado con la participación activa de Europol, cuyos agentes han desarrollado labores de análisis y volcado de efectos informáticos y desplazado equipos de trabajo a Oviedo y Castellón.

 

Primera fase del operativo

Las investigaciones se iniciaron después de que se advirtiera un incremento notable de los menores extranjeros no acompañados de nacionalidad marroquí en un centro de menores asturiano, procedentes en su mayoría de una pequeña área geográfica cerca del desierto del Sáhara.

Tras varias gestiones, los agentes identificaron y detuvieron a tres de los trabajadores de este centro, también marroquíes, dedicados a organizar el pase de los niños y adolescentes hasta España y al control, supervisión y cumplimentación de gestiones para documentar a los menores. Uno de los niños fue encontrado en el domicilio particular de una de las detenidas, adonde había sido llevado para hacer tareas domésticas en un régimen que la Policía califica de “cercano al servilismo”.

Tras la finalización de la primera fase del operativo, 22 personas fueron detenidas en varias provincias españolas: Madrid (1), Oviedo (5), Gijón (2), Castellón (4), Algeciras (1), Zamora (3), Barcelona (3), Lérida (1), Bilbao (1) y Murcia (1). Entre ellas se encontraban los encargados de organizar las pateras, quienes gestionaban los traslados en España de los mena, los que los alojaban previamente al ingreso en los centros de menores y los encargados de gestionar su documentación. Los investigadores destacan la extraordinaria especialización de la organización así como la extrema precaución en las medidas de seguridad que utilizaban en sus comunicaciones empleando aplicaciones de voz IP. 

Durante la fase de captación de los menores era habitual que los traficantes solicitaran una cantidad económica cuya cuantía variaba en función del método utilizado para traerlos a España. Los niños y adolescentes eran llevados primero a Tánger donde otra persona se hacía cargo de ellos. Tras cruzar la frontera, y una vez en España, eran conducidos a Castellón, Barcelona, Oviedo y Bilbao, donde se les ofrecía alojamiento y las indicaciones oportunas para que comunicasen en dependencias policiales su minoría de edad. Una vez en los centros de menores eran controlados y se les gestionaba su documentación.

La organización contaba en Marruecos con contactos para ejecutar los cruces clandestinos de fronteras. Los traficantes habían establecido tarifas para estos viajes que les reportaban pingües beneficios: el trayecto entre las costras de Marruecos y las de Cádiz en patera se cobrara a un precio tasado entre los 1.500 y los 2.000 euros; la cifra se elevaba a una cuantía entre 2.000 y 3.000 euros si el traslado se hacía a bordo de un barco pesquero; la travesía en moto de agua hacía subir el precio hasta los 5.000 euros; cruzar la frontera utilizando la documentación de un tercero se pagaba a unos 6.000 euros.

red tráfico menoresSegunda fase

Durante las investigaciones, los agentes dieron con la existencia de otra organización interconectada a la investigada, lo que dio origen a una segunda fase del operativo, que concluyó con la detención de seis personas en las localidades de Jerez de la Frontera (3), Bilbao (2) y Barcelona (1).

Esta segunda organización criminal estaba especializada tanto en el tráfico de menores a bordo de pateras como al secuestro de aquellos que llegaban a España traídos por otras redes de traficantes. Este grupo no dudaba en recurrir a sicarios si consideraba que otra organización pujaban por atraer a los menores que ellos habían conseguido traer hasta las costas gaditanas.

 

Más de cien menores

La Policía ha acreditado la participación activa de la organización en la llegada de cinco pateras en apenas un mes. Las gestiones de análisis de inteligencia indican que esta organización ha participado en el tráfico de más de cien menores, controlados en todo momento hasta que eran documentados por las autoridades españolas.

Fruto de las vigilancias, los agentes han podido detallar un caso en el que los detenidos recogían a tres menores que habían llegado en patera a Tarifa y los alojaban en uno de los pisos que la organización criminal poseía en Jerez de la Frontera.