SU JEFE DE GABINETE, EN CEUTA ACTUALIDAD

La Delegación planea confinar a los porteadores en el polígono para evitar avalanchas en El Tarajal 1

En una entrevista concedida a Ceuta Actualidad, el jefe de gabinete de la Delegación del Gobierno, Juan Hernández, confía en poder controlar los movimientos de los porteadores para evitar que salgan del polígono como medida para acabar con las avalanchas en la frontera. 

La renuencia de la delegada del Gobierno, Salvadora Mateos, a comparecer ante los medios de comunicación ha convertido a su jefe de gabinete, Juan Hernández, en la cara visible de la representación del Estado en la ciudad.

El veterano militante socialista ha lidiado con las crisis que la gestión de los tránsitos en la frontera ha generado a lo largo de los últimos meses. Pero Hernández también ha sido el encargado de celebrar públicamente la eficacia mostrada por algunas de las medidas adoptadas para combatir los colapsos de tráfico en la 352, iniciativas que han merecido incluso la buena opinión del Gobierno popular de la Ciudad.

“El lunes, por ejemplo, concentramos en la nueva área de embolsamiento de Loma Colmenar más de 900 coches. Si no existiera el área de embolsamiento, esos 900 vehículos habrían ocupado 5,5 kilómetros de carretera”, explica gráficamente Hernández.

La Delegación del Gobierno se ha empeñado ahora en combatir la concentración de porteadores ante el paso fronterizo oficial de Tarajal 1, una situación cotidiana que en no pocas ocasiones concluye con centenares de personas cargadas de bultos intentando entrar a la carrera y por las bravas en el país vecino.

Entre las medidas que estudia la representación del Estado para acabar con las avalanchas y los problemas de orden público que genera este tráfico de mercancías fuera de los pasos y horarios establecidos por las autoridades figura la de limitar la libertad de movimientos de los porteadores. El jefe de gabinete explica que estas personas entran en la ciudad por la mañana a través del paso autorizado de Tarajal 2 con la intención de salir hacia Marruecos, ya por la tarde, a través de Tarajal 1 con mercancías textiles cuyo tráfico no autoriza el país vecino.

La idea propuesta por Hernández es la de evitar que los porteadores que a diario entran por el paso peatonal puedan salir del polígono comercial, de modo que se vean obligados a cumplir con la norma que les impone retornar a Marruecos por el Tarajal 2. Y, consecuentemente, vetarles toda posibilidad de sacar mercancía por Tarajal 1 y ocasionar los problemas de orden que causa la concentración de centenares de porteadores ante la frontera. Pero, ¿cómo hacerlo?

“Lo que pretendemos es que quienes entren no puedan salir del polígono de El Tarajal pues, si les permitimos la salida, volverán a colapsar la frontera. Sería preciso blindar el polígono con seguridad privada y, como se trata de un problema de orden público, utilizar a las fuerzas de seguridad del Estado”, detalla Hernández.

 

Devoluciones en caliente

El jefe de gabinete defiende con vehemencia que la política de inmigración del Gobierno de Pedro Sánchez no incurre en contradicción con los principios que el PSOE defendió como fuerza de oposición. Hernández no cree que el retorno a Marruecos en agosto de 116 migrantes pueda equipararse a las devoluciones en caliente que los socialistas reprocharon sistemáticamente a los gobiernos del PP. “Nunca ha habido saltos tan violentos como el del 26 de julio y el de finales de agosto. Existía un acuerdo internacional con Marruecos y, por tanto, fue la solución adecuada”, sostiene.

 

Competencias sobre menores extranjeros

Según explica Hernández, la decisión de la Ciudad de someter a estudio la posibilidad de devolver al Estado la competencia sobre los menores extranjeros encuentra la comprensión de la Delegación del Gobierno. Aunque lamenta que la Ciudad no comunicara previamente a la delegada Mateos sus intenciones, el jefe de gabinete asegura comprender la posición en la que se encuentran las autoridades municipales frente a la gestión de un fenómeno que les desborda. “Haremos todo lo posible para que se llegue a un buen acuerdo; no sé qué impedimentos legales puedan existir, pero entiendo la postura de la ciudad”, asevera.