Los ecologistas reclaman un mayor equilibrio entre el desarrollo urbanístico y el territorio

Septem Nostra considera que la preservación del entorno exige medidas políticas como la aprobación de una ley de asentamiento

DSC_0067_Custom.JPGVista desde La Marina/A.S.El Instituto Elcano subrayaba esta misma semana en su informe “España mirando al sur: del Mediterráneo al Sahel” los riesgos de inestabilidad política y social que para las ciudades de Ceuta y Melilla entraña su pujante crecimiento demográfico. Las conclusiones del estudio, preñadas de consideraciones económicas, políticosociales y socioculturales, no han sido bien recibidas en los círculos políticos de la ciudad. Pero el informe ha servido, al menos, para poner de manifiesto la estrecha relación de buena parte de los problemas que padece la ciudad con su evolución demográfica.

Uno de las consideraciones que resulta necesario plantear de manera más inmediata es la que se detiene sobre la evidente relación entre la existencia de una gran población y la preservación del entorno. Promover una eficiente gestión medioambiental en un territorio de 19 kilómetros cuadrados poblado por casi 90.000 habitantes se antoja una tarea cuajada de dificultades.

Una de las entidades que de manera más vehemente y con mayor insistencia ha denunciado la depauperación medioambiental de la ciudad ha sido la asociación ecologista Septem Nostra. Los ecologistas denuncian la gran depredación del territorio que ha sufrido Ceuta, alentada por el crecimiento demográfico experimentado en los últimos años, y la contradicción existente entre la demanda de vivienda y las posibilidades del suelo para dar salida a esta demanda.

Los ecologistas sostienen que resulta necesaria la adopción de medidas políticas que permitan combatir este desajuste entre población y territorio. “Por ejemplo, una ley de asentamiento específica tal y como Canarias ha pedido –defiende el portavoz de Septem Nostra, José Manuel Pérez- Hay factores sobre los que es posible intervenir”

Pérez discierne entre el crecimiento vegetativo, sobre el cual solo puede intervenir a largo plazo el fomento de políticas de control de natalidad y paternidad y maternidad responsables, y los flujos migratorios. “Ahí sí sería posible adoptar medidas políticas –incide Pérez- Hay que empezar a plantearse cómo hacer para que en Ceuta las posibilidades de asentamiento estén más reguladas”

Ocupación del territorio

Los ecologistas de Septem Nostra muestran su inquietud por el diseño de ciudad que contendrá el futuro plan de ordenación urbana. Pérez defiende la necesidad de mantener un equilibrio entre desarrollo urbanístico y preservación del entorno. “Aproximadamente el 30 por ciento del territorio en Ceuta está protegido, y eso hay que tenerlo en cuenta”, advierte el ecologista. Por lo pronto, Septem Nostra ha solicitado la eliminación en los planes urbanísticos de dos proyectos que se levantarían en la ladera de El Hacho.