"Manolo el de las garrapiñadas ya tiene su sitio en Ceuta". Hace siete años que nos dejó este hombre tan conocido en la ciudad y hoy se le ha rendido un emotivo homenaje inaugurando una escultura en su nombre donde permaneció tantísimas horas a lo largo de su vida: el Paseo de las Palmeras.
La familia se ha mostrado muy orgullosa de "este momento digno de recordar". "Mi padre se fue con una espinita clavada y hoy podrá quitársela", ha recordado emocionado uno de sus hijos, Manuel Sánchez Mesa "Manolín", quien ha explicado que el apodo de "El Almendrita" se lo pusieron sus compañeros de la policía municipal, "pero él siempre ha sido conocido en Ceuta como Manolo el de las garrapiñadas".
La iniciativa surgió del presidente de la Ciudad, Juan Vivas, que hoy ha estado presente en la inauguración de la escultura. "El presidente le dijo a mi padre en vida que era un personaje público y que se merecía tener en el Paseo de las Palmeras un reconocimiento. Hoy hemos visto cumplida esa promesa".
Familiares y amigos de Manolo no han querido perderse un momento tan especial.
El artista local Antonio Romero Vallejo ha sido el encargado de realizar esta escultura que está situada en el lateral de la Iglesia de África, cerca del monumento a González Trablas. El escultor ha tardado un año en finalizar este trabajo realizado en bronce con unas dimensiones de 1,20×1,00 metros de base y 1,30 de altura.
A partir de ahora "Manolo el de las garrapiñadas" vuelve al Paseo de las Palmeras y será recordado para siempre.
