Opinión

María de Ceuta

El pasado 6 de abril a las nueve de la noche pasadas nos dejó esta gran persona conocida por muchos ceutíes como María de Ceuta. Era y será querida por todos, independientemente del partido, ideología o raza; ella ayudaba a todo el mundo y sin tener que pedírselo. Daba a los demás más de lo que tenía y alegraba a todos con sus chistes y simpatía.

foto neomi carreto

El pasado 6 de abril a las nueve de la noche pasadas nos dejó esta gran persona conocida por muchos ceutíes como María de Ceuta. Era y será querida por todos, independientemente del partido, ideología o raza; ella ayudaba a todo el mundo y sin tener que pedírselo. Daba a los demás más de lo que tenía y alegraba a todos con sus chistes y simpatía.

Siempre tenía algún chascarrillo que contar de su juventud para acabar con los malos momentos por los que pasaban los demás. No importa las dificultades que estuviese sobrepasando siempre la veías con una gran sonrisa. Pero lo cierto es que desde hace seis años estaba batallando una gran lucha contra el "bicho". Es, ha sido y será una campeona y luchadora por los suyos por siempre.

Ha sido abuela y madre a la vez para sus nietos, ha sido la confesora de las juventudes por las noches... En resumidas cuentas, hemos tenido con nosotros a un ángel caído del cielo, al cual le llegó el momento de volver a subir y reencontrarse con su querida hija Paqui. Conociéndola cómo nieta, que me considero de ella, le gustaría despedirse de todos aquellos que conoce, pero evidentemente ya es imposible, por ello escribo estas palabras porque se merece esto y muchísimo más. Siempre orgullosa de ser ceutí, de ser caballa y de los suyos. El próximo sábado, a las 16:00 horas, le daremos el último adiós.

¡Mariquilla, Ceuta te quiere!