Resultados del proyecto PREMECE

Los MENA cometen menos infracciones desde que el equipo DRARY trabaja con ellos en la calle

Es uno de los resultados obtenidos del proyecto PREMECE llevado a cabo por el Área de Menores y la Universidad de Málaga. 

Dos menores caminan junto a las instalaciones portuarias (C.A.)
photo_camera Dos menores caminan junto a las instalaciones portuarias (C.A.)

La semana pasada el Área de Menores y la Universidad de Málaga presentaron los resultados más destacados del programa PREMECE (Prevención de la delincuencia de menores extranjeros solos en las calles de Ceuta). El acto se realizó a través de un seminario a puerta cerrada. Hoy, se han hecho públicos los datos más significativos de esta iniciativa que pretende ayudar a los menores extranjeros no acompañados que deambulan por las calles. 

El programa piloto ha durado dos años, aunque la intervención en calle ha sido de 15 meses. En ese periodo se ha contactado con 229 menores. Con el 30% de ellos se ha podido realizar un trabajo constante. Se han realizado unas 4.000 asistencias sanitarias y de higiene, 50 acompañamientos al hospital, 50 acompañamientos por cuestiones jurídico-legales (reseñas, determinación de edad, denuncias), 51 actividades deportivas y educativas y 41 de ocio en la calle.

Tiempo invertido: los datos a julio de 2019  indican que el resultado obtenido con el menor se hace depender tanto del tiempo invertido por el equipo DRARI con el menor, como de si el menor se deja ayudar. En un análisis de regresión se desvela que el resultado obtenido con el menor (por ejemplo que suba al centro) se hace depender en mayor medida de que el niño se deje ayudar, pero esta variable al mismo tiempo queda influida por el tiempo dedicado al menor por el equipo. Esto pone de relieve la limitación que supone la alta movilidad de estos menores. Si un menor es detectado en calle pero desaparece del entorno a las dos semanas, la capacidad del equipo para dedicarle tiempo es poca y por tanto la apertura del menor para dejarse ayudar también. De ahí que solo en el 30% de los casos en los que se dedicó tiempo suficiente, el resultado es positivo. Es decir, el 14% de los menores contactados volvieron a Marruecos y el 16% subió al centro.

El resultado puede leerse de dos maneras: han abandonado la calle el 30% (68 menores) de los 229 menores que se han identificado en situación de calle; o, han abandonado la calle casi todos los menores en los que el tiempo de intervención ha sido el adecuado.

Prevención de la delincuencia. Los menores extranjeros no acompañados en la ciudad cometen menos infracciones desde que está el equipo DRARI en calle. Los datos oficiales del sistema judicial avalan un descenso entre 2017 y julio de 2019. El crecimiento exponencial de llegada de menores extranjeros no acompañados a España según la Memoria de la Fiscalía General del Estado de 2019, no ve reflejo en las estadísticas oficiales de delincuencia según datos del Instituto Nacional de Estadística de 2019, en donde la tendencia de infracciones cometidas por menores extranjeros es a la baja. Lo mismo indican los datos referidos a Ceuta: el aumento de llegadas de menores extranjeros no acompañados a Ceuta según reseñas policiales de la Dirección General de la Policía contrasta con el descenso de medidas judiciales impuesta a los menores de este perfil según datos del sistema judicial.

Protección. El equipo DRARI ha conseguido proteger mejor a los menores durante su estancia en calle atendiendo a tres dimensiones:

                a. Salud. Además de los numerosos primeros auxilios realizados en calle y de los 50 acompañamientos urgentes al hospital, el equipo DRARI ha detectado menores con enfermedades graves que tenían que ser tratadas, ha intervenido en la erradicación de enfermedades infecciosas y ha intervenido psicológicamente en dos supuestos en los que los menores se autolesionaban gravemente.

                b. Afrontamiento. El equipo ha llevado a cabo estrategias para capacitar al menor para el afrontamiento de situaciones de riesgo victimológico y delictivo a través de las actividades de pensamiento prosocial. Este tipo de capacitación permite al menor estar más protegido ante situaciones de conflicto, tensión o frustración.

                c. Victimización. El equipo ha realizado acciones de denuncia a Fiscalía, ha trasladado, siempre que ha tenido conocimiento, información a la policía y al centro de menores sobre las agresiones sufridas por los menores, y ha acompañado a estos a denunciar. Esto ha derivado en la judicialización de algunos de estos ataques y en la visibilización de su victimización.

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