El Área de Menores de la Consejería de Presidencia y Gobernación ha presentado este viernes los resultados del Proyecto de Prevención de la Delincuencia de Menores Extranjeros Solos en las calles de Ceuta (PREMECE), que se puso en marcha de forma pionera a nivel nacional a principios del año pasado a través del Instituto Andaluz Interuniversitario de Criminología (IAIC) y el Observatorio Criminológico del Sistema Penal ante la Inmigración (OCSP) de la Universidad de Málaga (UMA).
El equipo de trabajo ha conseguido sacar de la calle al 30% de los menores con los que ha trabajado en los últimos 15 meses. En total, 68 jóvenes de los 229 con los que han realizado las diferentes actividades han vuelto a Marruecos con su familia (15%) o han ingresado en el centro de menores La Esperanza (15%).
La profesora titular de Derecho Penal y Criminología de la Universidad de Málaga y directora del proyecto, Elisa García, considera que los resultados son todo un éxito. "Con haber sacado a uno de los menores de la calle nos damos por satisfechos".
Según los datos expuestos por García, estos menores están en las calles una media de uno o dos meses luego desaparecen bien porque han conseguido llegar a la Península, porque han vuelto con sus familias o porque han decidido ser acogidos en La Esperanza. "En estos momentos quedan en la calle muy pocos de los jóvenes con los que hemos trabajado".
La principal conclusión que sacan de este proyecto es que "la idea de que el equipo de trabajo salga a la calle es totalmente necesario para ayudar a estos menores".
Por este motivo, la Ciudad recuperará el año que viene este proyecto. El Gobierno local prevé consignar a tal efecto una partida de 121.000 euros en los Presupuestos de la Ciudad con el fin de rubricar un nuevo acuerdo de transferencia del conocimiento con la UMA y, así, retomar el trabajo en las calles, fundamentalmente en el entorno portuario, para “prevenir la delincuencia y la victimización” con “una intervención personalizada y especializada” sobre los menores que rechazan las medidas de asistencia de la Ciudad “por miedo a ser repatriados, por frustración del menor, por conflicto de intereses entre el menor y el centro de acogida, por falta de adaptación del centro a las necesidades del menor, por los atractivos de la calle, etcétera”.
