Opinión

Muertos vivientes

Los muertos vivientes ya se cuentan por decenas. Si miramos las hemerotecas, tendríamos un cálculo exacto de los caídos más relevantes. Hay quien dice que es la señal inequívoca de un partido político en descomposición. Eso creen algunos. Yo también lo creo aunque, a estas alturas, nadie duda que de aquí, hasta el momento de la ruptura, quien maneja las riendas tiene poderes para resucitar a algunos cuyas esquelas dan fe de su desgracia, del amargo trance sufrido cuando les tocó en épocas pasadas.

Los muertos vivientes ya se cuentan por decenas. Si miramos las hemerotecas, tendríamos un cálculo exacto de los caídos más relevantes. Hay quien dice que es la señal inequívoca de un partido político en descomposición. Eso creen algunos. Yo también lo creo aunque, a estas alturas, nadie duda que de aquí, hasta el momento de la ruptura, quien maneja las riendas tiene poderes para resucitar a algunos cuyas esquelas dan fe de su desgracia, del amargo trance sufrido cuando les tocó en épocas pasadas.

De muchos, como digo, se publicó su paso a mejor vida; e incluso ellos mismos se encargaron de divulgar su mala suerte, su perra vida y la paz encontrada después. Su indumentaria delataba su verdad y su rostro también. A algunos se les ve, de vez en cuando, pasear relajados y, con naturalidad, te cuentan los desengaños vividos y la senda que nunca han de volver a pisar.

Pero los ingenuos difuntos no contaban con que, como pasa en la cosa nostra, ni muerto te puedes ir cuando tú quieres. El poder del puro amo tiene capacidades fuera de lo común. Es capaz de resucitar. Por eso ¿ahora qué? ¿Ahora en primera fila otra vez? ¿Ahora te toca desdecirte? ¿Explicar tus propias contradicciones? Y, sobre todo, que lo que hablaste fue fruto del dolor y del despecho.

¡Ingenuos muertos políticos! ¡No os dais cuenta de que si los pecados son leves, el Don te perdona y te devolverá a la vida que tanto te dio!

Por cierto, pocos son los elegidos y el cementerio sigue aumentando; según las cuentas, la mitad son vivos y la otra mitad cadáveres vivientes. Por otro lado, los pilares fundamentales son trece, como trece llaves. ¡Como caiga alguno! En ese mundo todo es cuestión de fe. Hasta que se pierde.