A pesar de sus desmentidos, al borde del concurso.

Armas Trasmediterránea deja de pagar a los bonistas que sostienen la compañía

La agencia de calificación Moodys coloca a la compañía al borde de la suspensión de pagos, le ha bajado el rating y tiene 30 días para pagar

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photo_camera Buque de Trasmediterránea (C.A.)

El Diario Expansión ha desmentido a Naviera Armas Trasmediterránea tras publicar que ha dejado de pagar a los bonistas y que la agencia de calificación Moodys la coloca al borde de la suspensión de pagos. La agencia le ha bajado el rating y tiene 30 días para pagar. Armas emitió el día cinco un desmentido pero se trataba de una versión matizada que no desmentía totalmente lo publicado,

La compañía afirmó que no se encontraba en situación de preconcurso ni concurso de acreedores. "No existe, y desmiente rotundamente, otros calificativos vertidos a lo largo del día cinco que dañan la imagen de la empresa y de sus trabajadores", afirmaba.

Cinco días después lo peor empieza a ocurrir y ha dejado de pagar a los bonistas que sostienen a la compañía con más de 800 millones de deuda dentro de una deuda total de 1.500 millones de euros. 

Por otro lado el Diario El Economista informa que la agencia de calificación Moody's ha rebajado el rating de Naviera Armas de 'Caa2' a 'Ca' con perspectiva negativa, lo que la sitúa al borde de impago.

Naviera Armas se ha acogido a un periodo de gracia de 30 días que recoge el contrato de la emisión. A partir de esa fecha Moody's asegura que declarará a la empresa en situación de impago tras incrementar además su endeudamiento en 70 millones en el primer semestre de 2020 debido al coronavirus. La agencia de calificación asegura que este rating refleja la estructura de capital "insostenible" de la empresa en relación con su potencial de ganancias, los altos riesgos de reestructuración basados en su deuda deprimida, así como su débil posición de liquidez".

Según este medio, "Naviera Armas, la dueña de Trasmediterránea y la principal conexión marítima de Canarias y Baleares con la Península y de la Península con las Ciudades Autónomas, ya no puede hacer frente a sus deudas. Según fuentes internas, la compañía canaria, que tiene un pasivo que supera los 800 millones de euros, ha anunciado a sus acreedores que no podrá atender los siguientes intereses, por lo que les pide sentarse a negociar una quita importante de lo que adeuda.

Otras fuentes financieras revelan que Naviera Armas acaba de comunicar que no dispone de dinero suficiente para abonar el cupón de los bonos por valor de 282 millones de euros con vencimiento en 2023, que tendrá que devengar a finales de enero del próximo año. Es decir, dentro de apenas tres meses. La compañía tiene además otra emisión por 300 millones que expira en 2024 y cuyo próximo pago de intereses está fijado para este 16 de noviembre. Los bonos de Naviera Armas se desplomaron este miércoles entre un 7 y un 9% después de que la compañía comunicase a los titulares, entre los que se encuentran Axa, Deutsche Bank y BlackRock, su incapacidad para pagar el próximo cupón".

En su comunicado Armas no desmintió totalmente la primera información publicada y señaló que "ante la afectación de la demanda derivada de la crisis del covid-19, y con el objetivo de preservar su liquidez y optimizar su estructura de capital, Naviera Armas Trasmediterránea ha iniciado conversaciones con los representantes de los principales bonistas, para refinanciar o reestructurar los bonos con vencimiento en 2023 y 2024 que esperamos fructifique en la próximas semanas". Asimismo que "Naviera Armas Trasmediterránea garantiza todos sus compromisos con sus proveedores comerciales. y  la prestación de todos los servicios que viene prestando tanto en la Península como en los respectivos archipiélagos y en el Estrecho".
 

Los fondos y bonistas asedian a Armas-Trasmediterránea, mientras que Antonio Armas se resiste entregar el control de la compañía a estos o al Gobierno. Los fondos HPS y Apollo se han posicionado para que en caso de incumplimiento de los próximos pagos puedan ejercer las cláusulas de un Default, impago, lo mismo que los bonistas. Aunque se rumorea que estos fondos son los que están comprando los bonos que oscilan alrededor del 40% de su valor para hacerse como más fuerza como prestatarios. A Armas no se la puede llevar a concurso a pesar de sus múltiples deudas por los decretos leyes del covid. El pago semestral de los cupones de la deuda, unos 15 millones pesan como el resto de la deuda a corto.

El Ebitda (beneficio bruto de explotación calculado antes de la deducibilidad de los gastos financieros) de Armas Trasmediterránea ha pasado a ser negativo y su liquidez a hundirse quemando efectivo al ritmo de entre 10 y 15 millones de euros al mes. En esta situación el rescate del Gobierno con un crédito ICO, de 50 millones de euros, más la subvención durante el estado de alarma de unos 5 millones de euros al mes por parte del Gobierno de Canarias, significa una pobre solución para una compañía como Armas que ya entraba con una situación compleja en el año 2020, producto de su estirada adquisición de la más grande competidora, Trasmediterránea, por ello ha tenido que recurrir a unos fondos que suelen aparecer en estas situaciones delicadas y que prestan dinero no solo a un tipo de interés alto sino también con unas condiciones que normalmente se mantienen en secreto, pero que suelen ser onerosas.