Opinión

¿Quién me ha robado el mes de abril?

Pedro Sánchez canturrea por las esquinas algunas estrofas de la canción de Joaquín Sabina “En la posada del fracaso” (“donde no hay consuelo ni ascensor, el desamparo y la humedad comparten colchón...”) tras comprobar sus infructuosos esfuerzos en la búsqueda de un pacto electoral, que le permitiese sumar los escaños necesarios para alcanzar la presidencia del Gobierno, y con ella conservar su liderato al frente del Partido Socialista. Puesto que el principal hándicap del sucesor de ZP es perder el control de su propio partido tras cosechar los peores resultados electorales de la historia de esta formación política.

Pedro Sánchez canturrea por las esquinas algunas estrofas de la canción de Joaquín Sabina “En la posada del fracaso” (“donde no hay consuelo ni ascensor, el desamparo y la humedad comparten colchón...”) tras comprobar sus infructuosos esfuerzos en la búsqueda de un pacto electoral, que le permitiese sumar los escaños necesarios para alcanzar la presidencia del Gobierno, y con ella conservar su liderato al frente del Partido Socialista. Puesto que el principal hándicap del sucesor de ZP es perder el control de su propio partido tras cosechar los peores resultados electorales de la historia de esta formación política.

Mientras Pedro Sánchez hace perder el tiempo a los españoles vetando nuevamente un acuerdo con el partido más votado por los españoles, el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, trabaja incansablemente en la consolidación de las mejoras alcanzadas en los últimos cuatro años y en la consecución de un pacto de gobernabilidad con las dos formaciones constitucionalistas del Congreso, Partido Socialista Obrero Español y Ciudadanos, sustentado no solo en el consenso, sino también en la confianza. Una confianza que se quiebra un poco más a cada intento del líder socialista por alcanzar un acuerdo de gobernabilidad con las formaciones radicales de izquierda e independentistas.

“¿Quién me ha robado el mes de abril?, ¿cómo pudo sucederme a mí?, lo guardaba en el cajón donde guardo el corazón” continua canturreando el líder socialista mientras deshoja la margarita con quienes tan solo buscan finiquitar con el documento que nos ha traído el mayor periodo histórico de paz y prosperidad, la Constitución Española consensuada por quienes fueron capaces de alcanzar acuerdos impensables hasta ese momento: SM el Rey de España, Adolfo Suárez, Felipe González, Manuel Fraga y Santiago Carrillo. Personalidades ideológicas enfrentadas que fueron capaces de anteponer los intereses generales del país a los intereses de sus propias formaciones políticas. Sin ninguna duda, España necesita hombres de Estado. Es el momento.