Opinión

Resulta indignante

Cuando escuché a la señora Bel contestar al secretario general de UGT, en una emisora de radio, acerca de unas valoraciones sobre el asunto de los próximos planes de empleo que la Ciudad Autónoma pretende poner en marcha a partir de septiembre, me sorprendí. En ellas decía que no era cierto que se sustituyeran con dichos trabajadores empleo estructural. Que ese comentario sólo podría obedecer al desconocimiento. Que si el secretario general tuviera alguna propuesta que diera continuidad laboral a los trabajadores de los planes de empleo, la pusiera encima de la mesa. Con esto, algunos detalles más.

Cuando escuché a la señora Bel contestar al secretario general de UGT, en una emisora de radio, acerca de unas valoraciones sobre el asunto de los próximos planes de empleo que la Ciudad Autónoma pretende poner en marcha a partir de septiembre, me sorprendí. En ellas decía que no era cierto que se sustituyeran con dichos trabajadores empleo estructural. Que ese comentario sólo podría obedecer al desconocimiento. Que si el secretario general tuviera alguna propuesta que diera continuidad laboral a los trabajadores de los planes de empleo, la pusiera encima de la mesa. Con esto, algunos detalles más.

Enseguida pensé: “Será cínica, mentirosa y… ¡pero si tienen una propuesta del sindicato que va en ese sentido, junto con otras de distintas organizaciones en un cajón durmiendo el sueño de los justos, así como varios escritos ofreciendo colaboración y nunca los han aceptado..!” Sí, es verdad que utilizan a los trabajadores de los planes de empleo y, dicho sea de paso, a los de Colaboración Social; que sólo les falta que hagan funciones de bomberos y policía local. ¡Pero si los tiene hasta en su propia Consejería! ¡No me lo puedo creer!

Pero, ahí salió Antonio Gil: “Cálmate…, no lo estropees ahora que se va, de todos modos siempre te cayó bien”.

Cierto es que siempre me cayó bien y bueno es que tenga la sana costumbre de separar las distintas cosas, lo cual me resultará reconfortante una vez deje estos quehaceres y recobre, en gran medida, la vida cotidiana.

Por eso yo, Antonio Gil, secretario general de UGT, le habría pedido a la señora Bel, que eligiera un modo más elegante de irse; sin mentiras rotundas, sin actitud prepotente, haciendo un balance de los resultados positivos -si los hubiera- de su gestión al frente de sus distintas responsabilidades. Eso sí, con humildad. Pero eso…