Los trabajos consisten en la elevación de una valla, de 2 a 3 metros de altura según el tramo, que impide el libre acceso al recinto por lugares que no están habilitados para el paso, cumpliendo así con lo establecido en el reglamento que regula la prestación del servicio de cementerios.
El vallado de la zona más cercana al vial de Loma Colmenar comprende una longitud de casi 260 metros lineales e incluye la instalación de tres cancelas para el acceso a las zonas que abarca, así como el recrecido del murete de hormigón para nivelar los diferentes tramos de los que consta. El cerramiento se ha realizado mediante tubos de 100 mm de diámetro que al mismo tiempo que impide el acceso al recinto provoca un efecto que minimiza el impacto visual por la sucesión de tubos en vertical.
Se ha aprovechado también la intervención en Sidi Embarek para crear un espacio techado, de unos cien metros cuadrados, para proporcionar sombra o protección en los días de lluvia y resguardar de las inclemencias meteorológicas a los asistentes al recinto los días de sepelio. De igual modo se han pavimentado algunos de los caminos peatonales interiores.
La consejera Adela Nieto y la directora general del área, Rebeca Benarroch, han comprobado esta semana la evolución de la actuación, que se ha hecho necesaria tras la última ampliación y la construcción del vial de Loma Colmenar, y que dejaba el cementerio delimitado por la barandilla del vial, por lo que el cerramiento se ha extendido de forma perpendicular a este vial hasta sellar por completo la zona.
