La amplia humareda y el olor a quemado que se extendió hasta la calle Real hizo temer a los vecinos del Recinto e inmediaciones que el fuego que se originó en la zona de la playa fuera mucho más importante. 
Los bomberos tardaron alrededor de hora y media con una camión bomba y varios efectivos en sofocar las llamas de los cañaverales y matorrales próximos a la playa del Recinto junto a la calle Molino, un barranco con una gran pendiente y de difícil acceso. No hubo daños importantes. Ocurrió sobre las once y media de la noche.
Antes, a las once y media el SEIS fue requerido por la quema de contenedores en la zona de Arcos Quebrados. Y otro aviso se produjo en Miramar, sobre la una y media de la madrugada.
Fue una noche movida para el cuerpo de bomberos porque a las once y media de la noche ya tuvieron que desplazarse hasta la zona trasera de la antigua prisión por la quema deliberada de rastrojos y basuras.
