El Parque Marítimo del Mediterráneo ya está preparado para abrir sus puertas al público. El próximo 27 de abril se inaugura la temporada de baño a pleno rendimiento. Hasta la fecha de apertura lo único que queda es terminar de pintar los fondos de las piscinas, un trabajo que se está retrasando debido al mal tiempo.
A día de hoy, se han vendido 900 abonos y esperan alcanzar los 1.200 del año pasado. “Con esta cifra nos conformamos ya que si no tendríamos un problema de aforo para las entradas normales”, puntualiza el gerente del Parque, Rafael Montero.
El precio de los abonos no se ha modificado y para los jubilados ya no existirá el límite de 700 euros. “Todos los jubilados, ganen lo que ganen, pagarán lo mismo”.
Este año la caseta de información ha sido remodelada, es más grande y la han puesto de piedra, en vez de madera, “con el objetivo de ofrecer un mejor servicio, que es de lo que se trata”.
Al mismo tiempo, van a recuperar el servicio de guardería pero no sólo para los niños pequeños también para los que son “casi” adolescentes.
Un parque con más vida
Montero pretende abrir un Parque Marítimo mucho más activo. “A parte del horario de baño por la noche queremos apostar por diferentes actividades como conciertos, humor o magia”.
El gerente del Parque es consciente de que a las instalaciones se les puede sacar mucho más partido, pero es al mismo tiempo de la opinión de que ese uso va en detrimento del propio Parque ya que acelera su desgaste y por consiguiente necesitaría más mantenimiento.
Por otro lado, Montero defiende “ese oasis de paz” en el que se ha convertido este complejo para muchas personas. “Hay gente que lo único que buscan es silencio y tranquilidad y eso no podemos alterarlo”.
Para el gerente, “no se trata de convertir el parque en un Parque de Atracciones si no de mantener su esencia incorporando algunas actividades extras y de esta manera darle más vida”.
Un año al frente del Parque
Rafael Montero está a punto de cumplir su primer año al frente del Parque Marítimo. En junio del 2017 dejaba Servicios Turísticos para afrontar un nuevo reto que, sin duda, le ha cambiado la vida.
Montero hace un balance “absolutamente positivo” de estos meses. Para él lo mejor ha sido el personal con el que se ha encontrado. “Los trabajadores son inmejorables, casi todos están aquí desde los inicios del Parque y lo conocen como la palma de su mano. Somos una familia grande y eso me está facilitando mucho mi labor”.
Montero saca una lanza a favor del trabajo que se realiza en las instalaciones durante el invierno. “Antes de llegar desconocía las entrañas del Parque. Visto desde fuera puede dar la sensación de que en el parque se vive muy bien y que de octubre a mayo no se trabaja nada, pero no es así, se trabaja incluso más que en verano”.
Después de más de veinte años, la obra de César Manrique sigue despertando la misma admiración que el primer día.
