un policía se lesionó al propinar una patada a uno de los migrantes

Un vídeo muestra cómo los 187 migrantes emplearon menos de un minuto en cruzar el paso fronterizo

La entrada imprevista esta madrugada de 187 migrantes por el paso de El Tarajal sobrepasó a los policías que custodiaban el acceso. Algunos de ellos trataron de detener a los subsaharianos a golpes de defensa y patadas. Uno de los agentes se fracturó la tibia y el peroné al trata de propinar un puntapié a uno de los jóvenes que corría en dirección a la ciudad. 

Ceuta Actualidad ha tenido acceso a las imágenes que muestran el momento en el que un grupo de 187 migrantes entraba esta madrugada a la carrera a través del paso fronterizo de El Tarajal. A consecuencias del incidente han resultado heridos leves cuatro jóvenes subsaharianos y dos policías. Un quinto migrante ha sufrido una rotura de muñeca. Un agente de la Policía Nacional se ha fracturado la tibia y el peroné.

Corren las cinco de la mañana y está a punto de vivirse una situación insólita: probablemente el minuto más largo que los funcionarios destinados en la frontera han vivido en el desempeño de sus obligaciones.

Todo aparenta tranquilidad. Los policías nacionales asignados al servicio, sin embargo, comienzan a agitarse. Uno de ellos cruza la escena con una defensa en la mano mientras otro corre en dirección a la verja que protege la entrada. Éste último vuelve sobre sus pasos y hace un gesto de apremio a sus compañeros. Un transeúnte se detiene a observar lo que ocurre detrás de la verja, fuera del alcance de las cámaras.

En ese instante, un joven subsahariano irrumpe a toda la velocidad en dirección al lado español. Cinco policías se aproximan a la verja para comprobar qué sucede. Apenas unos segundos después, la puerta cede repentinamente y un numeroso grupo de migrantes acceden a toda velocidad al recinto sin que los agentes puedan detenerlo.

Ante la avalancha, dos policías que contemplan la escena optan por no intervenir. Un tercero recibe a golpes de su defensa a los jóvenes que, pese a todo, continúan con su carrera.

Unos metros más atrás, otro agente trata de detener a los subsaharianos a patadas. En uno de estos lances, su pierna golpea a un migrante. La violencia del impacto le hace girar sobre sí mismo y caer al suelo. Acaba de romperse la tibia y el peroné.

Los subsaharianos ya se encuentran camino de Juan XXIII.

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