El dirigente popular toma posesión este jueves del cargo de presidente de la Ciudad, ceremonia de la que viene siendo protagonista los últimos 18 años

Vivas, del cuarzo al cobre

Vivas se encamina hacia las todavía lejanas pero no descartadas bodas de plata. El Palacio de la Asamblea acogerá este jueves una ceremonia que no resulta extraña al longevo dirigente popular: la de su toma de posesión.

Vivas interviene en la última feria de turismo FITUR (C.A./ARCHIVO)
photo_camera Vivas interviene en la última feria de turismo FITUR (C.A./ARCHIVO)

Nadie habría podido suponer que lo que el PP celebró el 7 de febrero de este año eran las bodas de cuarzo de Juan Jesús Vivas al frente de la Presidencia de la Ciudad. Básicamente porque, hasta que los populares no lo publicaron en su página web, nadie albergaba ni la más remota idea de que la celebración de los 18 años de cualquier cosa pudiera recibir tal nombre.

Hoy, cuatro meses después, Vivas se encamina hacia las todavía lejanas pero no descartadas bodas de plata. El Palacio de la Asamblea acogerá este jueves una ceremonia que no resulta extraña al longevo dirigente: la de su toma de posesión.

Salvo el propio Vivas, la mayoría de las cosas han cambiado respecto a hace cuatro años. Entonces, con una mayoría absoluta estrecha pero sobradamente suficiente, Vivas compartió protagonismo con la por entonces vicepresidenta del Gobierno, la popular Soraya Sáenz de Santamaría. Mañana jueves su partenaire en el acto de toma de posesión será la socialista, María Luisa Carcedo.

Su entorno tampoco será el mismo. Vivas se enfrenta a cuatro años de gobierno en minoría, con un grupo político menguado con respecto a la anterior legislatura y una evidente dependencia de los diputados del PSOE y Vox en la adopción de las decisiones más relevantes.

La inesperada caída de su colega Juan José Imbroda, desbancado de la Presidencia de la Ciudad Autónoma de Melilla por un pacto tan improbable como lícito, ha hecho patente algo, por otro lado, evidente: la volubilidad de la condición humana y su destino. Pese a todo, Vivas perservera. Y, de momento, gana.

Las sucesivas mayorías absolutas que han respaldado los gobiernos de Ceuta durante los últimos dieciocho años forjaron un modelo de gestión impenetrable a las propuestas ajenas, lo que, sobre todo en un político profesional, no deja de imprimir carácter.

Ahora, comoquiera que a la fuerza ahorcan, Vivas construirá un modelo de Gobierno adecuado a las circunstancias, con menos consejerías, custodiado por hombres y mujeres de su total confianza y abierto a hacer concesiones a la oposición inimaginables en otras épocas.

Y todo ello, con la esperanza de alcanzar indemne sus bodas de cobre. Sí, al parecer, alguien decidió que si uno sobrevive 22 años a lo que sea debe celebrar las de cobre.