El mes de septiembre se caracteriza por traer consigo todos los años el fin de las vacaciones y también, la vuelta al "cole" y con ello los excesivos gastos y abusos comerciales que sufrimos los ceutíes en la educación de nuestros hijos e hijas.
Adquirir libros de texto, material escolar o el uniforme son elementos fundamentales para cualquier niño o niña que inicia un nuevo curso y una auténtica odisea, para las familias ceutíes, que han de hacerle frente a los excesivos gastos y desembolsos económicos que el sistema educativo y la educación imponen sobre las familias, sobre todo para aquellas que menos recursos económicos tienen.
No olvidemos que nuestra pequeña ciudad es líder de la pobreza y la exclusión social. Más del 45% de la población vive bajo el umbral de la pobreza y la privación material. A este alarmante porcentaje de ceutíes les es imposible cubrir necesidades básicas o de primera necesidad y septiembre se convierte en un verdadero calvario, que aumenta la desigualdad y la discriminación.
La mafia gubernamental de quienes legislan sin pensar en su ciudadanía, sacude fuertemente el principio ineludible de la igualdad de oportunidades.
La desigualdad se abre paso entre los abusos consentidos, las becas tardan, el material escolar ahoga y la gestión del Desgobierno asfixia y excluye a las familias del sistema educativo.
El Banco de Libros no es suficiente para hacer frente a la demanda de miles de familias, principalmente caracterizadas por tener escasos recursos económicos y, en la mayoría de los casos, con más de un hijo o hija escolarizada. Y hablar de la falta de ayudas para la adquisición de material escolar supone evidenciar que, quienes supuestamente han de garantizar la igualdad en la educación de nuestros hijos, poco o nada les importa la realidad. La mayoría de los centros educativos exigen material de marcas específicas que normalmente no sólo superan el coste de otras, sino que, además la cantidad del mismo que se pide por cada alumno, suele escandalizar a más de un padre o madre que ve que difícilmente puede hacer frente a todo ese carga económica.
Desgraciadamente el protocolo a seguir de la mayor parte de los “coles” es simple (y en nuestra opinión poco concienciado con la situación socio económica de las familias). Antes de finalizar el mes de septiembre las familias de los alumnos y alumnas deben adquirir todos los libros y el material escolar. Una clara tomadura de pelo si nos fijamos en la realidad social y económica de nuestra ciudad.
El Desgobierno del Sr. Vivas parece desconocer la situación de exclusión social que está padeciendo nuestra ciudadanía, demostrando una vez más con su actitud “pasota”, que desecha con fervor la idea de gestionar los recursos educativos existentes de manera satisfactoria y, lo que es peor aún, responder adecuadamente con dignidad y respeto a las demandas de nuestro alumnado y de sus familias. Su falta de previsión es clara y evidente. Y por ello, nuestra respuesta ha de ser contundente.
Desde el Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía (MDyC), en nuestro compromiso de luchar contra la desigualdad y exclusión, queremos mostrar nuestra responsabilidad y posicionarnos al lado de las familias más vulnerables, exigiendo al Desgobierno del Sr. Vivas que trabaje por y para las familias ceutíes, especialmente para las que más fragilidad presentan, evitando el desamparo y la desprotección que su inacción origina.
En el MDyC creemos que existen medidas, sencillas y apenas sin coste, que pueden ponerse en marcha y solventar algunos de los problemas que el inicio del curso escolar acarrea a estas familias, acciones como la creación de un “Banco de Material Escolar”, reforzar las becas escolares, además de agilizar su convocatoria y sobre todo su abono, o calendarizar la entrega del material escolar evitando su compra en sólo un mes; son algunas de las medidas que podrían servir para que la vuelta al “cole” no suponga la odisea que actualmente es, propuestas que el MDyC plantea para poner en marcha.
