Opinión

La noche de los brindis

Hoy es el último día del año. Lo normal y comedido es hacer balance de todo lo acontecido durante los 364 días anteriores. La memoria no nos dará para tanto y eso no será un problema. Para eso tenemos un gran aliado que nos hace un buen resumen, Facebook. Podemos ser los protagonistas de nuestros propio biopic, como si de Steve Jobs se tratase, ofreciéndonos publicar una película con todas las fotografías del año. Es curioso cuando te das cuenta que solo hay una cosa en común en todas ellas: copa en mano. No copa de ganador, como podría ser la película de Facebook de Rafa Nadal cuando en su mejor época mordía trofeos día sí y día también. En mi biopic particular puedo diferenciar tres tipos de copas: copa de balón, copa de sidra y copa de vino.  Queda muy poco para que esta red social me ofrezca etiquetado automático de Don Andrés Brugal en todas mis fotos. Te deseo lo mejor para el año próximo fiel amigo.

Hoy es el último día del año. Lo normal y comedido es hacer balance de todo lo acontecido durante los 364 días anteriores. La memoria no nos dará para tanto y eso no será un problema. Para eso tenemos un gran aliado que nos hace un buen resumen, Facebook. Podemos ser los protagonistas de nuestros propio biopic, como si de Steve Jobs se tratase, ofreciéndonos publicar una película con todas las fotografías del año. Es curioso cuando te das cuenta que solo hay una cosa en común en todas ellas: copa en mano. No copa de ganador, como podría ser la película de Facebook de Rafa Nadal cuando en su mejor época mordía trofeos día sí y día también. En mi biopic particular puedo diferenciar tres tipos de copas: copa de balón, copa de sidra y copa de vino.  Queda muy poco para que esta red social me ofrezca etiquetado automático de Don Andrés Brugal en todas mis fotos. Te deseo lo mejor para el año próximo fiel amigo.

El último día del año termina con la última cena del año y todos sabemos como termina esa última cena, con el primer brindis del año. Es la noche de los brindis. Puede que el culpable de todos esos brindis sea el mítico primo pequeño que no para de abrir botellas porque es un apasionado de la artillería de corcho. Hasta que rompe algo y le cae la respectiva colleja seguida de la frase – sigue así que ni carbón te vamos a traer - (pequeño lapsus en primera persona de la madre debido al achispamiento con tanta sidra).

Como lo que mejor se nos da es beber, y generalizo porque así me siento menos culpable, hagamos brindis por todo lo que ocurrirá mañana. Un brindis por esa persona que le encanta decir “hasta el año que viene” a escasos minutos de terminar el año en un intento de alargar el día de los santos inocentes. Un brindis por la Abuela que asegura y repite durante toda la cena que será el último año que estará de cuerpo presente ante toda la familia. Un brindis por el Tío que juega a provocar el sobresalto colectivo gritando que quedan cinco minutos para las uvas. Un brindis por aquellos que pedimos un deseo con la última uva cuando sabemos perfectamente que ni las uvas ni las velas de cumpleaños son garantía de cumplir nada que pidamos.

Un brindis por los karaokes que pondrán en todos los canales después de las campanadas. Qué país queremos ser si la mejor forma de empezar el año que se nos ocurre es colocando subtítulos a actuaciones del folclore pop español. Un brindis por el primer reportaje del telediario del día siguiente que explica como todo español medio que tenga un poco de amor propio se apuntará al gimnasio. Un brindis por como el periodista de turno elige a una gorda corriendo con chaquetón gordo por el paseo marítimo de San Sebastián para ese reportaje. Esta imagen es tan típica como la llegada del buen tiempo acompañado de topless furtivos que lo confirman en todo el litoral español. Un brindis por quien confía en que cumplirá todos sus propósitos del próximo año. Un brindis por quien aproveche la fiesta de fin de año para declarar su amor a la persona de la que lleva enamorado perdidamente desde parvulario. Un brindis por los que pedirán salud, dinero y amor pero luego dirán que se conforman con quedarse como están mientras juegan a medias con su hermano un décimo para El Niño, por si acaso.

Cada uno tenbrá su desumen particudar gracias a Facebook que ojalá tedmine con uda fotogafría copa en mano celebandro la última noche del año drodeado de quién nos hace frelices. Condrolar el número de brindis porque la Abuela se viene adriba cantrando villancicos y a ver quién la acuestra duego.

Hasta el año que viene. Nos vemos por los bares.