Opinión

La fascinante existencia de las moscas en campaña

mosca

La existencia de la mosca resulta fascinante si se considera su brevedad. Un bicho de esta especie pena por este desangelado valle de lágrimas apenas 28 días, lo que explica que ninguno de ellos haya considerado jamás la posibilidad de concurrir como candidato a unas elecciones. Pese a las limitaciones que impone deambular por el mundo con la única guía de un intelecto de mosca, estos animalitos son plenamente conscientes de que jamás podrían llegar al acto de toma de posesión de su acta y posterior nombramiento como concejal de Alumbrado. No les daría tiempo.

28 días, sin embargo, bastan para convertirse en observador de una campaña electoral, una oportunidad que las moscas españolas no dejan escapar. Una mosca nacional, en realidad cualquier mosca, carece de las expectativas existenciales que la naturaleza ha brindado a otras especies más longevas. Una mosca, todo tipo de mosca, reduce su vida a zumbar tras los cristales de los autobuses de línea, sobrevolar excrementos y correr con sus quebradizas patitas sobre los brazos de los bebés. Por eso una campaña electoral se les antoja un atractivo aliciente con el que justificar un tránsito tan fugaz por este mundo.

Las moscas olvidan sus obligaciones de mosca durante las campañas electorales. Renuncian a deambular sobre los zurullos expelidos por individuos de especies superiores.  Abandonan su responsabilidad como agentes transmisores de la disentería, el cólera, las fiebres tifoideas y la turalemia,  una función muy valorada en la sociedad mosquil fuera de campaña. Dejan de posarse sobre los cadáveres corruptos, lo que pone en evidencia a los engreídos médicos forenses, incapaces ahora, sin la ayuda de estos diminutos colaboradores, de establecer la hora de la muerte del interfecto.

Una mosca en campaña es una mosca díscola, emancipada de su propia condición de mosca.

Si en estos días les es dado contemplar el modestísimo espectáculo que compone una frágil mosca doméstica aleteando sobre la nariz de un candidato de rostro inflamado en plena perorata ante una audiencia enfebrecida, no olvide estas líneas. Es lo más interesante que podrán leer sobre la campaña electoral de las municipales de 2023.