Opinión

Asaltantes

Aunque les cueste trabajo, créanme, hoy en día existen los asaltapartidos. Sí, como lo ven, asalta partidos políticos

Vivas conversa con el diputado Hernández y los senadores Mohamed y Gómez (C.A.)
photo_camera Vivas conversa con el diputado Hernández y los senadores Mohamed y Gómez (C.A.)

Siempre hubieron asaltadores de todo tipo, independientemente de la época que nos tocara vivir. Unos se dedicaban a asaltar los caminos, otros a asaltar bancos, etc. En todo lo que tuviera algún interés económico, algún valor, los asaltantes simplemente se organizaban, evaluaban lo que podían sacar por el golpe y, si les compensaba, se ponían de acuerdo, se aseguraban que todo saliera bien y, con premeditación y alevosía, manos a la obra: emprenden la tarea y todo comienza. Finalmente se hacen con el botín.

Aunque les cueste trabajo, créanme, hoy en día existen los asaltapartidos. Sí, como lo ven, asalta partidos políticos; llámese Partido Socialista Obrero Escocés o de cualquier otra nacionalidad, e incluso en nuestro país, en nuestra propia ciudad ocurre, existen los asaltadores de partidos.

Hace unos días me comentaron que en honor al inexistente y vergonzoso pacto entre el PP de Ceuta y PSOE, también de Ceuta, se cargan al representante del Partido socialista en la Sociedad Municipal de Aguas (ACEMSA). “¡Hasta ahí podíamos llegar! Un representante díscolo y con ganas de hacer las cosas bien en nuestras filas… es lo último que necesitamos”, eso debieron pensar en la cúpula de ese partido.

No cabe duda de que esta sociedad es la joya de la corona y objeto de deseo de cualquiera que pretenda manejar un enorme presupuesto; por eso, cualquier acontecimiento no puede pasar desapercibido. La gravedad de lo acontecido  deja pues a las claras las vergüenzas, las verdaderas razones que éstos tuvieron para asaltar y secuestrar al Partido Socialista, o sea, manejar.

Ahora, se ve con claridad cómo a cara descubierta continúan con su fin, sólo que hoy en día, los medios de comunicación y la oposición irán dando cuenta de las andanzas y reparticiones que se propusieron estos manejadores de guante blanco. Será capítulo a capítulo, como si de una serie televisiva de Alí  Baba o Curro Jiménez se tratase.

Lo que está por dilucidar es, si éstos piratas del siglo XXI también se verán protegidos por la llamada “patente de corso”, o por el contrario tendrán la fiscalización, el control de un órgano superior del partido que los ponga en el lugar que les corresponde o ¿acaso estarán tan ocupados, tan ensimismado en sus grandes tareas del país que harán caso omiso de cuanto acontece en esta pequeña federación? o ¿serán de la opinión de “allí se las apañen”?

Ignorar el humo es no querer ver el fuego y eso sólo trae más destrucción…