Opinión

Una imagen imponente

La figura de un niño de ocho años silueteada en la pantalla de un escáner compone una imagen imponente. Una obra minimalista y polícroma inspirada por la infamia. Los agentes de la Guardia Civil adscritos a la frontera de El Tarajal han rescatado a un pequeño a quien habían introducido en una maleta de reducidas dimensiones con el propósito de introducirlo clandestinamente en España. 

La figura de un niño de ocho años silueteada en la pantalla de un escáner compone una imagen imponente. Una obra minimalista y polícroma inspirada por la infamia.

Los agentes de la Guardia Civil adscritos a la frontera de El Tarajal han rescatado a un pequeño a quien habían introducido en una maleta de reducidas dimensiones con el propósito de introducirlo clandestinamente en España. Cualquier persona con un mínimo de decencia se escandalizará ante la escena del niño que emerge de una valija en la que parece imposible que cupiese ni siquiera su diminuto cuerpecito. Somos solidarios con este pequeño y con la tragedia que se embosca detrás de esta ignominia.

El niño crecerá hasta que llegará el día en el que no quepa en la maleta. El que será entonces un joven corpulento no encontrará otra alternativa que la de saltar la valla fronteriza. Su imagen, silueteada contra la malla metálica también constituirá una imagen imponente. Pero no dará tanto de lo que hablar.