Opinión

La convivencia de Vivas, con maleantes y tiroteos

Convivencia fue la palabra más repetida por el Partido Popular durante las campañas electorales.

Convivencia fue la palabra más repetida por el Partido Popular durante las campañas electorales.

La intención no fue otra que la de azuzar un miedo intrínseco del electorado popular ante temas, para muchos tabúes en público, como la marroquinización o la proliferación de las detenciones por extremismo en la ciudad.

Esta estrategia, si bien lejos de la mayoría absoluta que ostentaba, sirvió para mantener a Juan Vivas en el Gobierno apoyado por la muleta roja de Manuel Hernández.

No obstante, lejos ya de las resacas electorales, hay quienes empiezan a lamentarse de votar por el continuismo azul.

No ha sentado bien el pacto con el PSOE más a la izquierda que se recuerda, como tampoco agrada el golpe de realidad que supone la inacción manifiesta frente a la delincuencia o que no se haya cortado el grifo de las subvenciones a las organizaciones que fomentan el efecto llamada entre los inmigrantes ilegales.

La vida sigue igual o peor, hace unos días le tocó a la mezquita de Muley El Medhi padecer un tiroteo en sus inmediaciones que por suerte “sólo” causó daños materiales, pero que pudo provocar las peores desgracias. Este sábado, otro balazo impactaba en un zeta de la policía nacional, en un nuevo caso de gravedad máxima dentro de nuestra ciudad.

Porque El Príncipe, aunque hay a quienes se les olvida, es tan parte de Ceuta como la Gran Vía o el Revellín y no debería aceptarse la mínima sensación de seguridad en ninguna de nuestras calles.

Los capítulos protagonizados por MENA tienen pinta de continuar otros cuatro años, visto el panorama de las últimas semanas en el Puerto y el papel destacado al que no renuncian grupos de argelinos.

VOX continuará exigiendo un régimen de tutela permanente de los menores para evitar que deambulen por las calles mientras se consigue, a nivel nacional, la devolución a sus países de origen.

La Ceuta de hoy es a la seguridad lo que Chernóbil a la salud, aunque lo cómodo es obviarlo. En un llamativo contraste, mientras circulan casi semanalmente noticias sobre tiroteos y atracos, cientos o miles de personas festejan celebraciones de todo tipo.

Divertirse es muy necesario, pero ojo con olvidar la locución latina Panem et circenses. Pese a la dinámica, no se ha de perder la fe en Ceuta, en su españolidad, en su seguridad y en su progreso económico.

Se puede apelar a la providencia, a los seis diputados de VOX que han irrumpido en la Asamblea o a la dignidad que guarde el máximo responsable de este desastre, para echarse a un lado y que otro asuma los problemas que él no pudo o no quiso afrontar.