Opinión

Estar a la altura

La justicia ha levantado el silencio con el que la política se había empeñado en cubrir los escándalos que rodean a la gestión de la vivienda pública en Ceuta. La detención y posterior imputación de las consejeras Susana Román y Rabea Mohamed y del diputado de Caballas Mohamed Alí prefiguran, sin temor a incurrir en hipérboles, la mayor crisis de confianza en las instituciones públicas que se haya registrado jamás en la ciudad.

La justicia ha levantado el silencio con el que la política se había empeñado en cubrir los escándalos que rodean a la gestión de la vivienda pública en Ceuta. La detención y posterior imputación de las consejeras Susana Román y Rabea Mohamed y del diputado de Caballas Mohamed Alí prefiguran, sin temor a incurrir en hipérboles, la mayor crisis de confianza en las instituciones públicas que se haya registrado jamás en la ciudad.

El arresto el martes del exgerente de Emvicesa Antonio López anticipaba, sin que pudiera entonces conocerse, las detenciones de tres de los representantes públicos que ocupan un escaño en la Asamblea de la Ciudad. Todo lo sucedido durante la jornada de este miércoles apunta al fin de algunas carreras políticas. Estos sucesos también ponen en cuestión un gobierno que, cuando menos, deberá reconsiderar su futuro y juzgar con una actitud crítica su pasado.

La sospecha ya se cierne sobre dos miembros del Gobierno y un representante de la oposición. Si las presuntas actividades irregulares de estas personas acaban por verificarse, el daño infligido a la confianza de los ceutíes en sus instituciones puede ser irreparable.

Los jueces decidirán qué responsabilidad cabe a cada una de las personas incursas en la investigación judicial. Los políticos no deberían esperar mucho más y adoptar decisiones firmes que permitan reconstruir esa confianza perdida. Es hora de estar a la altura.