Opinión

Porteadoras

La polémica suscitada en torno al informe elaborado por la Asociación Pro-Derechos Humanos de Andalucía sobre la situación de las porteadoras amenaza con ocultar o menospreciar una realidad sangrante: la trágica situación de las mujeres marroquíes que luchan por la supervivencia en la frontera.

La polémica suscitada en torno al informe elaborado por la Asociación Pro-Derechos Humanos de Andalucía sobre la situación de las porteadoras amenaza con ocultar o menospreciar una realidad sangrante: la trágica situación de las mujeres marroquíes que luchan por la supervivencia en la frontera.

Las quejas de las asociaciones de guardias civiles y los sindicatos policiales acerca del contenido del informe, en el que se afirma que las fuerzas de seguridad de ambos lados de la frontera vulneran los derechos de las porteadoras, resultan comprensibles. Pro-Derechos Humanos, quizás, haya pecado de imprecisión en la redacción de sus denuncias, una imprevisión que ha podido dar lugar a equívocos.

En todo caso, el informe “Respeto y dignidad para las mujeres marroquíes que portan mercancías en la frontera de Marruecos con Ceuta” describe una realidad cuya denuncia no debería perderse entre los reproches que se han dedicado a la asociación. Las acusaciones relatadas en el documento proceden del testimonio de quienes a diario sufren en sus carnes situaciones injustas que no resultarían admisibles en ningún otro punto del país. Puede que Pro-Derechos Humanos debería de haberse conducido con un poco más de precisión en la redacción de sus denuncias. Pero la naturaleza de éstas permanece inalterable en toda su crudeza.