Opinión

Los precios, otra vez

No habrá paz para los malvados. Una resolución determinante de este carácter, o de otro parecido, ha debido de estar presente en el ánimo del Gobierno local, cuyo portavoz ha anunciado, con extremo tacto, que la autoridad municipal hará todo lo posible para acabar con los elevados precios que rigen en el servicio de transporte marítimo de pasajeros. Cuando hablamos de malvados nos estamos refiriendo, por supuesto, a las navieras.

No habrá paz para los malvados. Una resolución determinante de este carácter, o de otro parecido, ha debido de estar presente en el ánimo del Gobierno local, cuyo portavoz ha anunciado, con extremo tacto, que la autoridad municipal hará todo lo posible para acabar con los elevados precios que rigen en el servicio de transporte marítimo de pasajeros. Cuando hablamos de malvados nos estamos refiriendo, por supuesto, a las navieras.

El representante del ejecutivo local ha revelado que el asunto ha sido objeto de debate en el seno del Consejo de Gobierno. De esta reflexión ha nacido una imprecisa disposición de la Ciudad a favorecer la llegada de nuevos operadores y una tímida crítica a la política de precios de las navieras.

Las palabras del portavoz del Gobierno popular, Jacob Hachuel, resultan desconsoladoras después de tanto tiempo. Para todos los ceutíes hace años que resulta una evidencia que las tarifas de las compañías navieras exceden, con mucho, las que deberían considerarse proporcionadas al servicio que prestan.

Si los responsables municipales han decidido adoptar alguna medida para poner fin a este despropósito, ésta debería estar a la altura de la indignación de los usuarios del servicio. El anuncio de una cierta disposición a apoyar un hipotético nuevo proyecto empresarial que compita con los operadores ya existentes suena a discurso vacío.

Quizás haya que adoptar una actitud más beligerante. Quizás hubiera tenido que ser adoptada hace años.