El nombramiento del nuevo presidente de la Autoridad Portuaria no ha estado escaso de polémicas internas, no solo en el propio partido que ostenta el honor de la gobernabilidad de esta ciudad sino también en el mundo empresarial naviero.
Y es que, el nuevo presidente del Puerto deja su cargo en la dirección de la Marina Mercante al que pertenecía desde el 2012 para dedicarse ahora a los intereses económicos y políticos del Puerto de Ceuta. Algo que resulta incongruente pues las posiciones de las dos administraciones representan intereses totalmente opuestos, intereses que por desgracia Ceuta ha estado sufriendo toda la vida.
Como nota preliminar hay que destacar que, la Marina Mercante, es el órgano titulado para controlar las tarifas que las navieras imponen en todas sus rutas, además este organismo es el encargado de regular y redactar los pliegos de condiciones correspondientes a las líneas de interés públicos que actualmente tenemos en nuestro país.
La apuesta de Vivas no refleja la lucha lapidaria que esta ciudad ha llevado a cabo durante décadas poniendo a unos de sus verdugos ahora como máximo dirigente del Puerto. Con 69 años pongo en duda, y mucho, que el nuevo presidente del Puerto se oponga a este gran lobby como son las navieras. Muchos estaban equivocados cuando decían que Vivas no sabía de Puerto, estaban totalmente equivocados.
Solo queda esperar, pero me temo que todo seguirá igual. El Puerto seguirá siendo una especulación de concesiones administrativas y las navieras seguirán navegando en la destrucción de nuestra querida pequeña y marinera Ceuta.
