Opinión

Carnaval en febrero

Una vez pasada la euforia de papelillo serpentina plumero y antifaz hace uno balance sobre el mes de febrero mes del desenfreno y de la fiesta. Por tanto el viento me desbordó la frescura que tenía guardada para lucirme un año mas y me dejó peor que la escollera de la Ribera.

Una vez pasada la euforia de papelillo serpentina plumero y antifaz hace uno balance sobre el mes de febrero mes del desenfreno y de la fiesta. Por tanto el viento me desbordó la frescura que tenía guardada para lucirme un año mas y me dejó peor que la escollera de la Ribera.

Ceuta ha sufrido como el mismo temporal la ausencia en el concurso de agrupaciones de grandes autores, de grandes voces y por extensión a comparsas y chirigotas favoritas siempre para optar a los primeros premios del concurso y después de casi diez años tuvimos que echar mano de las agrupaciones foráneas del Campo de Gibraltar.

He podido palpar la opinión del carnavalero que suda un disfraz cada año en un escenario en este caso en el Revellín y todos añoran y echan en falta ese calor y ese compañerismo a coplas, duende y fantasía que tenía el Siete Colinas, y se rumorea que vuelva otro año al Instituto a celebrarse el concurso.

En los corrillos y mentideros se ha comentado la dureza del calendario y no es que hablemos de una temporada de futbol de primera división ni una semana del Tour de Francia en ciclismo pero viendo que soltamos los polvorones y los roscos de Reyes y nos metimos de lleno en las preliminares en el Falla por Cadiz y aquí calentando motores al otro lado del Estrecho, hemos metido con calzador, concurso de Dúos y Tríos, ensayos generales, vientos y lluvias y salidas y entradas por doquier.

El aficionado salvo que tuviera una alcancía o un cartillón ha tenido que meterse entre pecho y espalda mas cubatas de lo normal y salvo los diez o doce que escuchaban las coplas de compañeros, las barras estaban haciendo su agosto y los murmullos y el callarse cojones estaba haciendo la rima popular en cada bullicio.

Comentaron comparsistas que lo mejor este año hubiera sido un festival y no un concurso por aquello de meter en el mismo plato a las agrupaciones callejeras que hubieran podido subirse al escenario del Auditorio y no haber traido a las agrupaciones foráneas o bien conseguir el tema de la subvención antes y no después porque muchas agrupaciones noveles iban con la mano detrás y otra delante salvo que tengan un patrocinador para conseguir instrumentos, pagar la modista y tener un forillo y atrezo en condiciones.

Este año por el mérito de las condiciones clilmatológicas se pudo hacer el doblete de la mejilloná y el dominguito en un espacio cerrado y de mas abrigo donde las agrupaciones se cantanban unas a otras y unos cincuenta espectadores que se reían con el cuarteto y comprobaban los alardes de voces de los comparsistas y chirigoteros.

Premio al disparate el concurso de coplas y popurrit en sendos lugares de copas de lo mas tronío de Ceuta y con el añadido de unas noches de perros en lunes y martes hacía que una vez mas se cantaran las agrupaciones unas a otras y se aplaudieran al unísono mientras los copleros llevaban los cubatas de tres en tres en la mano, esperando la convidá del local cosa que no llegaba porque no se hacía ni para pagar al portero de turno.

En ese final de semana donde se mete el jueves la fiesta de los jubilados, los Popis presentando su repertorio en la Plaza de Los Reyes y la Gran Cabalgata donde por fin había mas indios que jefes se llega al entierro de la caballa que solo faltó el vitamina para cerrar el fin de fiesta y los componentes de varias agrupaciones que venían de desayunar los churros en el Manhatan.

La conclusión final es meter como en los comienzos de los ochenta ese recuerdo que tanto me han criticado por sacarlo a la palestra de los momentos vividos en el Terramar y en el Cuartel del Revellín , hacen el meditar para el próximo año con el nuevo consejero o consejera y retomar el dinamismo y todo seguido en un plazo de una semana y la Rosaleda, el Memorial de Pepe Romero, el homenaje a Jesús Ayala que son los bastiones importantes que marcan el ritmo del carnaval caballa junto con las celebraciones mencionadas sean mas apoteósicas y no esa parsimonia donde solo esté dando el callo las comparsas y chirigotas en los días de ausencia total del ciudadano de a pie.