Opinión

Escabiosis en la playa

Los auténticos ceutíes, los que somos los caballas de toda la vida de Dios, sabemos un montón del mar de Ceuta, la que comprende la Bahía Norte con el frío de Calamocarro, el que se baña en playa Benítez y ha disfrutado de unas tapas en el bar Casa Fernando, y los rincones de Punta Blanca, ahora con los sustos y alaridos del correccional que se asoma en lo alto de la montaña, y luego está la Costa Sur, con la Ribera y el Chorrillo como buques insignia del turismo ceutí y sus banderas azules, tienen la prima abandonada como es la Peña que ahora parece ser le han puesto un paseo de madera para recordar que Dios tuvo un capricho al crear una cala tan bella y tan bonita como la que cuidaba Juanichi en los atardeceres de esta tierra.

La Costa Sur es la que se ve enfrente Cabo Negro y si la bala que disparó el cañón del General Galera hubiera tenido más potencia, nos habríamos quedado con la playa de Restinga, cuando se delimitó la frontera al tener Marruecos su independencia.

Luego tenemos la de San Amaro, la de los perros donde la bolera y la del Desnarigado, conocida como la Pota...

Y de toda la vida de Dios hemos tenido las agua vivas, las medusas, los levantes y ponientes y ese alquitrán típico de los meses estivales que hacían el reconocimiento a quien venía presumiendo de ir a la play en Ceuta.

Los más viejos del lugar cuando veían esas aguas turbias y sucias los días de levante, nos aconsejaban no abrir la boca ni tragar agua que eso nos entraba unas calentura y unas cagaleras de la muerte, así como llegar a casa y darnos fuerte con la pastilla jabón y el champú de turno, hasta que llegó el célebre multi-dermol que era el antídoto a cualquier guarrería playera estival.

Y llegaron los sustos en la década pasada con la aparición de proyectiles de artillería en la playa de la Ribera y casi la aparición del planeta de los simios, y fue a causa de la extracción de arena del fondo de la costa norte donde se hacían las practicas de tiro artillero en blanco naval.

Y los sustos de este verano, que el contacto de los veraneantes con el mar y la arena de playas contaminadas puede generarles diarreas, conjuntivitis, dermatitis, micosis e intoxicaciones.

Dependiendo de la portavocía de según que partido político se manifieste, la oposición daba la noticia de  la presencia de residuos orgánicos en la arena que contribuye a la formación de hongos y bacterias dañinos para la piel; y que las playas consideradas no saludables contienen residuos fecales que generan infecciones estomacales.

Y los rumores trajeron una psicosis que todo el mundo empieza a rascarse en la playa mirando al de al lado o vaya usted a saber, los comentarios más macabros que los subsaharianos que están con el wi-fi en el ascensor de la Ribera eran portadores de todas las enfermedades relacionadas anteriormente.

Fuentes consultadas por las redes sociales y especialistas nos ponen en alerta como "Si un niño arma su castillo en la arena, y con esa mano ingiere un alimento, de hecho tendrá problemas estomacales",afirmaron doctores especialistas.

Y llegaron los rumores de la escabiosis, o lo que es lo mísmo, los síntomas de la sarna, y estos síntomas pueden tardar hasta dos a seis semanas en aparecer si es el primer caso de una persona.

Y los lugares más comunes de los brotes de sarna son los asilos de ancianos, guarderías y centros penitenciarios. Por tanto la palabra playa no aparece por ningún lado siendo un espacio abierto donde el sol puede calentar la arena hasta los 70 grados y los movimientos de viento entre levante y poniente así como la bajamar y pleamar hagan el resto es lugar poco común para la aparición de la sarna.

La sarna se trata con escabicida o pomadas de azufre, y parece ser que la generación de los setenta y de los ochenta eramos más duros y disfrutabamos mejor de los ambientes playeros, eran los tiempos que las banderas azules sólo salían en las playas de la Costa del Sol y a la playa bajábamos solamente los tres meses de verano, cuando ahora la utilizamos todo el año para actividades lúdicas y deportivas, así como otros usuarios para botellones, colocones, liada y fumada de porros diversos así como movidas nocturnas y persecuciones.

La conclusión final es que hay que comportarse cívicamente en la playa y respetar al resto de usuarios e integrarse en una sociedad moderna y a los tiempos de corren , para luego dar o quitar la razón a los que dicen que estamos mejor que antes...

La sarna se trata con escabicida recetados, los cuales son ungüentos que se aplican en todo el cuerpo. Después del tratamiento, la sarna puede ser contagiosa por hasta 24 o 48 horas. Si nuevos sarpullidos aparecen, un segundo tratamiento puede ser necesario.