Opinión

Del esperpento al sainete catalán

¡Sí!, porque así vamos en Cataluña, pasando del esperpento de Valle Inclán al sainete de los hermanos Álvarez Quintero. ¡Este es mi país!

¡Sí!, porque así vamos en Cataluña, pasando del esperpento de Valle Inclán al sainete de los hermanos Álvarez Quintero. ¡Este es mi país!

En el fondo, sainete y esperpento es casi lo mismo, solo que uno se toma de forma simple y graciosa sin más, mientras que el otro es más profundo, deformando de forma grosera y ridícula la realidad. ¡Y este es el teatro al que estamos asistiendo últimamente en Cataluña. Bien, vamos a argumentarlo, ¿Qué hay detrás de todo este ridículo espectáculo que nos están mostrando los independentistas catalanes?.

Analicemos en primer lugar la situación que nos deja el referéndum de diciembre: Mayoría de suma aritmética del parlamento en manos de los independentistas, pero minoría real de estos ante la suma de votos de los ciudadanos que les retiran dicho poder de representación a la totalidad catalana. Es decir, la mayoría numérica da poder de representación a los menos representados, y encima estos representantes, se encuentran, bien en prisión o bien fugados de la justicia. Lo que les obliga a presentarse desde la prisión o desde el extranjero de forma virtual. ¡Un absurdo democrático!.

Concluyendo el parlamento catalán se dirigirá desde la cárcel o desde el plasma, vamos, un esperpento democrático. Aunque, a fuer de ser sinceros, Oriol Junquera, desde la cárcel está mostrando más orgullo que el huido Puigdemont. Por ello, al menos yo le reconozco un valor a Junqueras que el otro cobardemente carece. Pero, todo sigue siendo un esperpento. 

En segundo lugar, las elecciones ya que conforme a la ley electoral que nos somete a todos, se permite que los independentistas puedan gobernar, mostrando claramente que la suma de votos ciudadanos no es igual, ya que depende de la región donde se emitan. Y de esta manera vemos que los pueblos menos industrializados son los que permiten la suma aritmética de los independentistas.

Es lógico, ellos no han sufrido las terribles consecuencias del desempleo y la huida de las empresas. Porque a fin de cuentas, ellos siguen siendo dependientes de las subvenciones de la generalidad catalana que les mantiene en su bienestar. Ignoran o no quieren saberlo, que su bienestar de dependencia, precisa de las zonas industrializadas que sufren la merma de su economía por el independentismo catalán. Pero esto, ¿Qué les importa a ellos? De nuevo el esperpento.

Esperpentos que se convierten en sainete, con nuevas ideas jocosas que muestran la realidad de la estulticia del momento. Y así asistimos a la creación de algo extraordinario y divertido, sí, divertido, pero muy real y serio. Porque Tabarnia, que comprende las zonas más industrializadas y motor de la economía catalana, han sufrido, sufren y sufrirán las consecuencias de las algaradas y juergas independentistas, y de esta manera muestran su disconformidad. Porque ellas,  las zonas de Tabarnia, son las que mantienen el bienestar de toda la autonomía catalana y son las únicas que pierden. Y es entonces, que haciéndose espejo del independentismo muestran su reflejo, dando los mismos argumentos  que el independentismo catalán mantenía. Y digo que es un sainete, porque no deja de ser una jocosa realidad muy inteligente, que muestra la diferencia de las regiones catalanas.

Es decir, el aldeano no sufre porque mantiene su subvención gracias al independentismo, mientras la zona industrial ve como cada día el desempleo entra en sus casas por culpa del independentismo. Por eso, Tabarnia no es ninguna tontería aunque no tenga mucho futuro real, pero nos está teatralizando el esperpento de la realidad independentista catalana en inteligente forma de sainete.

Y si seguimos con estas estupideces, dentro de poco, veremos una gran nación, quizás la más antigua de Europa, convertida en pequeñas repúblicas de cada casa. Creo que hasta esto, es lo que los mismos independentistas de la cárcel se están dado cuenta y por eso, después de dos meses en prisión, todos, todos, tocan la misma canción. ¡Se arrepienten y juran someterse a la ley y al derecho, abandonando la soberbia de sus solidas convicciones de separación con tal de salir de la cárcel! Después de tantos años, su gran estrategia manejando la educación y la comunicación ha fracasado.

Así, para terminar, poco honor y gloria a los antaño soberbios independentistas ahora asustados, y mi adhesión con admiración a Tabarnia que nos está dando a todos una lección de cordura. Mientras tanto, divirtámonos con el esperpento y sainete al que estamos asistiendo.