Opinión

Ha llegado el momento de dirigentes responsables

Desde el 21 de diciembre del pasado año, el Ejecutivo del Partido Popular está en funciones, es decir, 314 días con sus potestades limitadas. Circunstancia  definitivamente  superada tras la toma de posesión  del candidato elegido, en segunda votación, el pasado sábado. Un candidato, Mariano Rajoy,  que se ha distinguido en las últimas semanas por sus muestras inequívocas de respeto, prudencia y responsabilidad ante el proceso interno de decisión del Partido Socialista, en clara contraposición con quienes tan solo desean usurpar el lugar ocupado por una histórica formación fundada clandestinamente por un grupo de intelectuales un 2 de mayo de 1879.

Como ha quedado demostrado en este largo periodo de tiempo, difícilmente conseguiremos nada con planteamientos maximalistas. Pero si las fuerzas políticas constitucionalistas, desde sus legítimas diferencias ideológicas y programáticas, actúan con responsabilidad, altura de miras y sentido del interés general, podemos estar ante una ocasión inmejorable para hacer de la necesidad virtud, dejando resueltos algunos de los grandes retos del país para el futuro: Educación, Pensiones, Empleo, Energía, Igualdad de los españoles en el sistema autonómico, lucha contra la violencia de género y unidad de España frente a los planteamientos de los independentistas.

Los próximos meses deben significar la búsqueda constante de puntos de encuentro consensuados desde la generosidad política, alejando del terreno de juego aquellas posturas excluyentes características de los populistas. El futuro de nuestro país pasa por la responsabilidad y el entendimiento de las grandes fuerzas constitucionalistas frente a independentistas y extremistas radicales. Aceptar los planteamientos defendidos por estos últimos nos conduciría irremisiblemente al bloqueo y a la involuntaria legitimación del extremismo capitaneado por Unidos Podemos y sus confluencias, quienes ya muestran sin rubor su verdadero rostro.

Las dificultades que tendrá que superar el nuevo Gobierno no serán pocas y pequeñas. Cada día tendrán que construir una mayoría para la gobernabilidad negociando cuanto sea necesario. El Gobierno de España no puede ser un mero trámite, ha de servir para que los españoles resuelvan sus problemas. Hemos dejado escapar 10 meses que no serán inútiles del todo si es que hemos aprendido algo. Afortunadamente, no es demasiado tarde, no hemos atravesado la barrera de lo irremediable. España conserva su impulso y estamos a tiempo de reforzar la confianza, inyectar nuevas energías y borrar hasta la sombra de la inestabilidad. Sin ninguna duda, ha llegado el momento de dirigentes responsables.