Opinión

El pacto de la derogación

El debate de investidura concluyó tal y como estaba previsto desde el comienzo, no ha habido sorpresas de última hora. La candidatura de Pedro Sánchez fue rechazada de manera mayoritaria. A partir de hoy comenzamos la tercera ronda de consultas con todos los partidos políticos con representación parlamentaria para promover a un nuevo candidato a la presidencia del Gobierno.  En cualquier caso, la Constitución Española establece que tras la primera votación comienza a correr el plazo de dos meses para lograr la investidura antes de que se disuelvan las Cortes y se convoque nuevas elecciones generales.

El debate de investidura concluyó tal y como estaba previsto desde el comienzo, no ha habido sorpresas de última hora. La candidatura de Pedro Sánchez fue rechazada de manera mayoritaria. A partir de hoy comenzamos la tercera ronda de consultas con todos los partidos políticos con representación parlamentaria para promover a un nuevo candidato a la presidencia del Gobierno.  En cualquier caso, la Constitución Española establece que tras la primera votación comienza a correr el plazo de dos meses para lograr la investidura antes de que se disuelvan las Cortes y se convoque nuevas elecciones generales.

No puede existir duda alguna respecto a que Pedro Sánchez se ha postulado como candidato a la investidura en beneficio propio, no de todos los españoles.  La intervención del candidato socialista pasará a la historia como el mayor cúmulo de despropósitos y sinsentidos que se haya escuchado jamás en un debate de investidura. ¿Cómo se pueden plantear medidas que nos devolverían cuatro años atrás? Derogar la reformar laboral, incrementar en 50.000 millones de euros el gasto público y aumentar todos los impuestos supondría regresar a una nueva etapa de  incremento del déficit público y del desempleo.

Políticas compartidas por su único socio en el debate de investidura, un socio que ya ni siquiera disimula sus preferencias ideológicas, Albert Rivera. Un dirigente político que se pasó toda la campaña electoral negando que pactaría con Pedro Sánchez, para finalmente convertirse en el único sustento del candidato socialista, que peores resultados electorales ha cosechado para esa formación política en nuestra corta historia democrática, situándose claramente por detrás de Almunia y Rubalcaba. Sin ninguna duda, España necesita proseguir con las reformas que, tras superar las dificultades de la crisis, hoy nos hacen ser líderes en los rankings europeos, ganar bienestar y mejorar la situación del mercado de trabajo.